Pannini de jamón y champiñones

No todo lo rico lleva horas de cocina. A veces basta con un trozo de pan, unos buenos ingredientes y un golpe de horno.
Estos pannini de jamón y champiñones son la prueba: crujientes por fuera, fundentes por dentro y listos en menos de 20 minutos. Perfectos para una cena rápida o un picoteo improvisado que deja olor a hogar.

Tiempo de preparación: 20 minutos
Comensales: 2
Dificultad: fácil
Menaje utilizado: bandeja de horno Vitrinor

Necesitas:

• ½ barra de pan (tipo baguette o similar)

• 50 g de tomate frito

• 100 g de queso mozzarella rallado

• 50 g de tiras de jamón cocido

• 50 g de champiñones frescos laminados

• Orégano seco al gusto

• Aceite de oliva virgen extra

¿Cómo se hace?

Prepara la base.

Corta la barra de pan por la mitad y abre cada parte a lo largo: cuatro bases perfectas, listas para transformarse en mini pizzas caseras y colócalas sobre tu bandeja de horno.

Unta el tomate.
Cubre cada trozo con una capa generosa de tomate frito. Extiéndelo con una cuchara, como si pintaras felicidad sobre pan. Este toque jugoso hará que cada bocado tenga ese sabor de merienda de toda la vida.

Añade los ingredientes.
Distribuye los champiñones y las tiras de jamón cocido a tu gusto.

Remata con una lluvia de mozzarella rallada y un toque de orégano seco. En este punto, el aroma ya empieza a prometer algo serio.

Hornea.
Precalienta el horno a 200 °C. Rocía los pannini con un chorrito de aceite de oliva —ese brillo dorado que siempre enamora— y hornéalos unos 10 minutos, hasta que el queso burbujee y el pan quede crujiente por los bordes.

Sirve y disfruta.
Sácalos con cuidado (el queso fundido es traicionero) y sírvelos recién hechos.
Acompáñalos con una ensalada ligera o, directamente, con las manos: hay placeres que no necesitan nada más.

Consejos

Estos pannini admiten mil versiones: atún, pollo, pimientos asados, aceitunas… y si usas pan del día anterior, mejor: el horno lo resucita con un crujido espectacular.

Una receta sin complicaciones, con ese punto entre pizza y bocata que te alegra el día. Porque cocinar también puede ser tan fácil como encender el horno y dejar que haga su magia.