Futuros biólogos incapaces de freír un huevo (que al fin y al cabo, es una célula). Aprendices de termodinámica incapaces de cogerle el punto a un filete. Estudiantes de ornitología que se alimentan a base de palomitas… de maíz.
Vale, esto una caricatura, pero ilustra una realidad: la inmensa mayoría de los chavales que estudian fuera de casa solo comen decentemente cuando les llega la remesa de tápers familiares. Cierto, hay que estudiar, hay que sacar tiempo para divertirse -solo se es joven una vez-, el dinero no sobra, y además, cuando vivíamos en casa, solo entrábamos en la cocina para saquear la nevera. Pero comer decentemente sin arruinarse y sin echarle muchas horas, puede ser más fácil de lo que parece. Basta con un poco de organización y algunos consejos que daremos a continuación. Podéis tomar apuntes.
Materias básicas si estamos estudiando.
Como todo trabajo, el estudio requiere un esfuerzo físico y sobre todo mental. Aquí tenéis una tabla de elementos que ayudarán al cuerpo y a la mente a la hora de hincar los codos. ¡Ojo! Siempre sin abusar.
Café. Esta bebida tiene un efecto inmediato en tus niveles de energía y tomado con moderación, ayuda a enfocarse a corto plazo. Insistimos en lo de moderación, porque en exceso nos puede producir el efecto contrario. Mejor tomarlo sin azúcar o edulcorante, y por supuesto, hay que evitar tomarlo antes de dormir, sobre todo si estamos en la víspera de un examen.
Frutas cítricas. Todas las frutas son buenas, pero la vitamina C presente en naranjas, limones, limas, pomelos y otras frutas cítricas contribuye a aumentar tu energía y tu estado de alerta. Es muy buena idea incluir algún cítrico en el desayuno.
Huevos. Buenos, bonitos y baratos, los huevos son una buena opción en el desayuno, merienda y cena. Están llenos de proteínas, vitamina B12 y vitamina D que ayudan a reparan células, músculos y tejidos y favorecen el sistema metabólico y nervioso. Ya sabemos que tienen cierto nivel de colesterol y la yema tiene bastantes calorías, pero sin abusar, es un alimento rico y fácil de preparar.
Legumbres. Las leguminosas (alubias, guisantes, lentejas, garbanzos, etc.) ofrecen energía sostenida durante todo el día, a través de su suministro de proteínas, carbohidratos complejos y vitamina B. Reducen la grasa, el colesterol y estabilizan el azúcar en la sangre, lo que te previene de sentirte cansado e irritable Producen saciedad, pero se metabolizan lentamente, por lo que pueden ayudarte a perder peso. Son baratas, y si se compran ya cocidas son facilísimas de preparar en ensalada. Vamos, que no necesitarás saber hacer la fabada de tu abuelo para disfrutar sus beneficios.
Vegetales de hojas verde. El verde es un color que asociamos con la salud, y con razón: antioxidantes, minerales, fibra; los vegetales de hojas verde lo tienen todo, ayudan a perder peso, mejoran el metabolismo, nos mantienen hidratados y mejoran nuestro estado de ánimo. Si de pequeño no había manera de que te comieras el repollo, no contamos con que lo hagas ahora que no te vigila nadie, pero haz sitio para algo verde en tu dieta: lechuga, espinaca, rúcula… con un poco de imaginación te pueden salir ensaladas muy divertidas. ¡Ah! las tiras de lechuga que van en una hamburguesa de un cuarto de libra doble con queso, no puntúan como ensalada.
Nueces. Si tienen forma de cerebro será por algo. Contienen grasas vegetales, minerales y vitaminas que ayudan a la función cerebral, a mejorar la memoria y reducir el estrés, ayudando a la creación de neuronas. También pueden influir positivamente en el estado de ánimo, además de ser un alimento cardiosaludable. Y son muy fáciles de comer mientras se estudia.
Chocolate negro. Tomado con moderación, puede mejorar la función cognitiva. Dosifícalo y evita comerlo con leche para que no se disparen las calorías. Y recuerda que al chocolate blanco lo llaman chocolate por decir algo.
Salmón. El salmón y el pescado en general es sanísimo. Los pescados grasos, como el salmón, son especialmente buenos ya que las grasas omega-3 contribuyen a un cerebro sano. Y no hace falta ser un chef para poner un filete de salmón en una plancha, ni para abrir una lata de atún…
Agua. A veces se nos olvida lo más esencial. Tengamos agua siempre a mano, y que no falte nunca en la mesa de estudio. Si estamos preparando un examen y nos da un punto de nerviosismo, es muy recomendable parar para tomar un vaso de agua a pequeños sorbos mientras respiramos profundamente (una cosa detrás de la otra, no a la vez).
Minerales imprescindibles y dónde encontrarlos
Magnesio. Es muy importante para el funcionamiento de la memoria y la capacidad de aprendizaje. Presente en almendras, espinacas, trigo, aguacate o alubias negras.
Potasio. Es esencial para la función transmisión y generación de los impulsos nerviosos. Se encuentra en acelgas, aguacates, arándanos y espinacas.
Zinc. Contribuye al funcionamiento del sistema nervioso. Alimentos ricos en zinc: huevos, arroz integral, carnes magras, avellanas, almendras y chocolate negro.
Fósforo. Tiene un papel importante en el envío de señales nerviosas y en la velocidad en que se realizan las conexiones neuronales. Se encuentra en los mariscos, salmón, carnes magras, quesos, huevos, coco, ciruelas, uvas pasas, higos secos y cacao.
Omega 3. Se encarga de mejorar la función cognitiva y reforzar la memoria. Se encuentra en los pescados, y también en aceites vegetales como el aceite de oliva, el aguacate, en los vegetales de hoja verde, en nueces y avena.
La vitamina B. Es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso. Aparece en los cereales integrales como el arroz y la avena. En caso de llevar una alimentación vegetariana, puede ser aconsejable incorporar algún complemento vitamínico de vitamina B12 de refuerzo en época de estudio intenso, siempre consultando con el médico.
Consejos logísticos
Ya que te pones, aprovecha y congela. Si no te importa cocinar de vez en cuando, cuando lo hagas cocina de más para congelar y tener solucionadas futuras comidas. Además, ahorrarás en la compra de la comida y en el gasto de energía.
La fruta y la verdura siempre de temporada. Mantendrán todas sus propiedades con el mejor sabor y serán más baratas. Si tu forma de comer fruta y verduras es en forma de batidos o smoothies, puedes comprar en los cajones de productos que están ya muy maduros y se rebajan mucho de precio. A ti te servirán igual.
Si tienes que hacer una sola comida buena, que sea el desayuno. Sí, es difícil porque siempre irás con la hora pegada, pero merece la pena porque te va a aportar energía para rendir como es debido en las clases. Los cereales y la fruta no requieren preparación y se pueden comer muy rápido. No olvides incorporar también alguna proteína como huevo, lácteos, pavo…
Ejercicios prácticos
Te proponemos una serie de ejercicios muy fáciles que servirán para demostraros que hacer platos económicos y ricos es mucho más fácil y rápido de lo que parece. Es importante contar con un menaje mínimo; con una sartén, una cazuela y una bandeja apta para horno ya se pueden hacer un montón de cosas.
¿Te atreves con alguna de estas recetas de nuestra página web? Todas tienen en común ser ricas y facilísimas de hacer. Algunas son tan sencillas que solo necesitarás una sola pieza de menaje para sacarlas con nota.
- Arroz con pollo y verduras
- Arroz tres delicias
- Quesadillas
- Ensalada de pasta con semillas
- Espinacas a la crema
- Sopa fría de tomate y albahaca
- Receta de una pieza: lasaña en tartera
- Receta de una pieza: lomo saltado al estilo peruano
- Bizcocho de limón glaseado
- Crepes
- Crumble de fresas saludable
- Natilla de vainilla
Empieza probando con alguna y ¿quién sabe? A lo mejor decides cambiar de carrera…