tartaleta de salmón y champiñones

Un entrante que lo tiene todo para los días festivos: se preparan en muy poco tiempo, quedan elegantes en la mesa y son ligeras pero nutritivas.

La combinación de champiñones, salmón ahumado y ricotta aporta proteínas de calidad, minerales, grasas saludables y un bocado cremoso, pero nada pesado, ideal para empezar el menú sin llegar llenos al plato principal. ¡Prepara tu sartén, que empezamos!

Comensales : 4-6 personas (unas 8–12 tartaletas, según tamaño)

Tiempo de preparación: 20 minutos

Dificultad: de lo más fácil

Menaje empleado: sartén antiadherente gama City

Necesitas:

  • 1 paquete de tartaletas (tipo volován o mini tartaleta salada) 
  • 150 g de champiñones laminados 
  • 100 g de salmón ahumado 
  • 100 g de ricotta 
  • 1 diente de ajo picado 
  • Aceite de oliva virgen extra 
  • Sal y pimienta al gusto 
  • Cebollino picado para decorar

¿Cómo se hace?

 

Preparar el salmón 

Corta el salmón ahumado en cubos o tiras pequeñas y resérvalo. Aporta proteínas y grasas omega‑3 que hacen este aperitivo muy interesante desde el punto de vista nutricional.

 

Saltear los champiñones

Calienta un poco de aceite de oliva en la sartén y añade el ajo picado. Incorpora los champiñones laminados y saltéalos a fuego medio‑alto hasta que estén tiernos y ligeramente dorados; sazona y reserva. La buena distribución del calor de la sartén ayuda a dorarlos rápido, concentrando sabor y manteniendo una textura jugosa.

 

Preparar la crema de ricotta 

Coloca la ricotta en un bol, añade una pizca de sal y pimienta y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Este queso suma calcio y proteínas, pero es más ligero que muchas cremas, por lo que el resultado es suave y fácil de digerir.

 

Rellenar las tartaletas

Rellena cada tartaleta con una cucharada de ricotta. Coloca encima los champiñones salteados y termina con los trocitos de salmón ahumado. Puedes ajustar cantidades según quieras un resultado más cremoso o con más protagonismo del pescado.

 

Decorar y servir 

Espolvorea cebollino picado por encima para añadir frescor y color. Sirve las tartaletas templadas o a temperatura ambiente, en bandeja o plato grande, listas para que cada comensal coja la suya.

Sugerencias y variaciones

  • Toque cítrico: añade un poco de ralladura de limón fina al salmón o a la ricotta para dar frescor y equilibrar la grasa del pescado. 
  • Versión más vegetal: sustituye parte del salmón por espinacas salteadas, pimiento asado o calabacín a la plancha, manteniendo la base de champiñones. 
  • Cambio de queso: prueba con queso crema ligero, requesón bien escurrido o un queso fresco batido si quieres reducir aún más la carga grasa. 
  • Extra crujiente: añade unas pocas nueces o almendras picadas por encima justo antes de servir para sumar textura y un plus de grasas saludables. 

 

Se trata de un entrante muy práctico para estas fechas; se pueden dejar casi montadas con antelación, se terminan en un momento y encajan igual de bien en una comida formal que en una merienda‑cena improvisada alrededor de la mesa.