Ensalada de frutas con quinoa y vinagreta

En otoño a veces apetecen platos frescos pero con un toque de energía, y esta ensalada reúne justo eso: fruta de temporada, quinoa esponjosa y una vinagreta balsámica que equilibra dulzor y acidez. Una combinación ligera, colorida y muy fácil de preparar, perfecta para una comida rápida o como acompañamiento saludable en cualquier día de la semana.

Duración: 15 minutos
Comensales: un par
Dificultad: cero

Necesitas:

· 200 g de quinoa

· 500 ml de agua

· 1 manzana en cubos

· 1 pera en láminas

· 1 kiwi en trozos

· ½ granada 

· 30 g de nueces troceadas

· 3 cdas. de aceite de oliva virgen extra

· 1 cda. de vinagre balsámico

· 1 cdta. de miel

· Una pizca de sal y pimienta al gusto



¿Cómo se hace?

Pon a punto los ingredientes.

Enjuaga la quinoa bajo el grifo hasta que el agua salga clara. Corta la manzana en cubos, lamina la pera y trocea el kiwi. Abre la granada y separa las semillas con cuidado. Las nueces, mejor trocearlas justo antes de usarlas para que mantengan su aroma.

Cuece la quinoa.

Colócala en un cazo con el agua y una pizca de sal. Cocina 12 minutos a fuego suave, apaga y deja que repose tapada. La quinoa absorberá el agua que falte y quedará suelta y esponjosa. Es rica en proteína vegetal y en minerales, perfecta para ensaladas completas.

Prepara la base de la ensalada.

Cuando la quinoa esté fría, colócala en el centro del plato como base. Su textura ligera ayudará a que la fruta se reparta bien sin apelmazarse.

Añade la fruta.

Primero la manzana en cubos, después las láminas de pera y, entre ambas, los trozos de kiwi para aportar contraste. La mezcla de dulzor, acidez y frescura es lo que da equilibrio al plato.

Incorpora la granada y las nueces.

Espolvorea las semillas de granada —aportan color, antioxidantes y un punto crujiente— y termina con las nueces troceadas, que suman textura y ácidos grasos saludables.

Prepara la vinagreta.

Bate el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la miel, la sal y la pimienta hasta obtener una emulsión brillante. La miel suaviza la acidez y redondea los sabores.

Mezcla y sirve.

Rocía la vinagreta sobre la ensalada justo antes de llevarla a la mesa. Un plato fresco, colorido y energético, perfecto para esta época del año.