Tiramisú
¿Quién no ama un buen tiramisú? Es el postre clásico italiano que combina la cremosidad del mascarpone, la textura suave del bizcocho empapado en café y el toque dulce del cacao en polvo.
Además, es muy fácil de preparar y no requiere habilidades culinarias avanzadas, por lo que es perfecto para culminar una comida en casa, e impresionar a tus familiares y amigos con este delicioso postre.
Lo mejor del tiramisú es que es un postre muy versátil. Puedes personalizarlo a tu gusto, añadiendo ingredientes como licor de café, si no hay niños invitados a la mesa, o elegir café descafeinado, ¡nadie lo notará! También puedes usar chocolate derretido o frutas frescas. Y lo mejor de todo, ¡puedes comerlo en cualquier momento del día! Como postre después de la cena o incluso de merienda por la tarde.
Seguro que sabes que existen muchas recetas de tiramisú, pero a partir de ahora esta será tu favorita.
Comensales: 4 o 6 personas Tiempo de preparación: 40 minutos Dificultad: Fácil
Necesitas:
Para 4 personas
24 bizcochos de soletilla 5 yemas + 5 claras 750 g de queso mascarpone 120 g de azúcar 220 ml de café espresso 50 g de cacao puro en polvo
¿Cómo se hace?
Si tienes todos los ingredientes, ¡viajemos a la dulce Italia!
Solo tienes que batir en un bol las yemas junto al azúcar a velocidad media hasta tener una mezcla esponjosa. Sin dejar de batir, agrega el queso mascarpone en dos veces y remueve durante unos minutos. Es el momento de reservar la mezcla.
Por otro lado, bate las claras hasta el punto de nieve y agrega esto a la mezcla reservada, integrando todo con movimientos suaves, este es el secreto para que no pierda el volumen que has conseguido darle a la mezcla.
Ya casi lo tienes listo, ¡ahora toca emplatar!
En una fuente de borosilicato de Vitrinor, te recomendamos la rectangular, reparte una capa de la mezcla cubriendo el fondo.
Remoja los bizcochos soletilla en el café y coloca una capa de estos sobre la mezcla de la fuente, y repite estos dos últimos pasos hasta casi rellenar el recipiente. No te olvides que debes terminar con una capa de mezcla, para que quede cremoso de arriba hasta abajo y puedas espolvorear el cacao por encima cubriendo la primera capa de mezcla.
Ya solo queda refrigerarlo unas dos horas antes de servir ¡y listo!
