Galleta gigante en sartén
Dicen que el tamaño no importa, pero a veces puede ser divertido jugar con las proporciones para hacer algo diferente. Si a tu gente le gustan las galletas, ¿imaginas la cara qué pondrán cuando vean una deliciosa galleta del tamaño de una sartén? Lo que no sabrán es que poco que te ha costado hacerla con esta receta y la ayuda de una sartén de la gama Click & Space de Vitrinor.
Comensales: 5 – 6 (si es Triki, solo 1) Tiempo de preparación: 50 minutos escasos Dificultad: ¿Sabes batir y mezclar? Pues entonces, ninguna
Necesitas:
Para varias personas
80 g de azúcar blanco 80 g de azúcar moreno 225 g de mantequilla 2 cucharaditas de vainilla 1 cucharada. de leche 1 huevo 260 g de harina de trigo 2 cucharadas de leche en polvo 1 cucharadita de sal ½ cucharadita de levadura en polvo ½ cucharadita de bicarbonato 250 g de chocolate negro en trozos o chispas 200 g de crema de avellanas
¿Cómo se hace?
¿Quieres batir el récord de fabricación de galleta? Pues empieza batiendo en un recipiente grande el azúcar moreno, el blanco y la mantequilla. Agrega la vainilla, la leche y el huevo y venga, a batir otro ratito.
Cuando veas que está bien mezclado, invita a la fiesta a la harina tamizada junto a la levadura, el bicarbonato, la leche en polvo y la sal y bate de nuevo. Es el momento de agregar las chispas de chocolate (no todas, reserva unas pocas para el toque final) y ¿a que lo adivinas? batir un poco más hasta que esté todo perfectamente integrado.
Ahora es el turno de tu sartén. Engrasa su superficie con un papel mojado en aceite o aceite en espray y reparte la mitad de la masa uniformemente por el fondo de la sartén y añade una capa de crema de avellanas, evitando los bordes.
Ya estamos rematando; cubre con el resto de la masa y reparte unas chispitas de chocolate más por encima.
Finalmente, cubre con el resto de la masa y reparte unas chispas de chocolate más por encima. Quita el mango de tu sartén Click & Space e introduce el recipiente en el horno precalentado a 180 ºC durante 35 minutos o hasta que veas que está dorada por los bordes.
¡Ya tienes a la galleta nodriza, la madre de todas las galletas!
Puedes rematar esta preciosidad con una bola de helado de vainilla o con lo que se te ocurra. El resultado siempre será un sabor gigante.
