Se trata de una receta perfecta para aprovechar las fresas más maduras que te puedan ir quedando en casa. En estos meses la fresa está en su mejor momento y esta es otra forma de consumirlas para disfrutar todas sus cualidades y sabor. Y solo vas a necesitar un ratito de tu tiempo y una cacerola, ya verás qué fácil:
Comensales: 4
Tiempo de preparación: unos 25 minutos, como mucho. Luego un par de horas en la nevera.
Dificultad: lo más difícil es esperar en la nevera a que se enfríen antes de probarlos.
Ingredientes:
- 250 g de fresas
- 300 ml de leche
- 25 g de maicena
- 60 g de azúcar
- 500 g de mermelada de fresa
Preparación:
- Prepara las fresas. Lávalas bien, córtalas en gajos y tritúralas con una batidora hasta obtener un puré suave y homogéneo
- Mezcla los ingredientes base. En una olla, añade la leche, la maicena y el azúcar. Remueve con unas varillas hasta que la maicena se disuelva por completo y no queden grumos.
- Integra el puré de fresas. Añádelo a la mezcla de la olla y remueve bien hasta que todos los sabores se fusionen.
- Cocina hasta espesar. Pon la mezcla a fuego medio y sigue removiendo hasta que tome una textura cremosa y espesa. El punto de espesor lo decides tú.
- Reparte y enfría. Vierte la crema en vasitos individuales en los que habrás puesto la mermelada de fresa en la base y refrigérala por al menos 2 horas antes de servir.
Ya tienes los vasitos, ahora puedes darle el toque que quieras: arándanos, moras, rodajas de fresa fresca, frutos secos troceados para añadir una textura crujiente, virutas de chocolate blanco, nata… ¡hay que ver la de opciones divertidas que caben en estos vasitos!