Aunque todas las baterías de cocina Vitrinor y Magefesa están fabricadas con materiales de gran calidad y diseñadas para durar mucho tiempo, el uso las desgasta y, sobre todo, les quita el brillo que resulta tan atractivo en un menaje nuevo. La suciedad y el aspecto exterior grasiento que acaban adquiriendo los recipientes si cocinamos en ellos con frecuencia son un peaje que debemos pagar por la preparación de nuestras recetas favoritas, pero en modo alguno son una maldición inevitable y sin solución. Si alguna vez te has preocupado por cómo limpiar el exterior de las sartenes (por la zona que coloquialmente muchas personas llaman el culo de la sartén), debes saber que existen métodos sencillos para dejarlas como recién sacadas del armario por primera vez.
No hay razón alguna para renunciar al lustre de nuestras sartenes o sartenes dobles y resignarnos a esa capa grasienta de color parduzco que se acumula en su base y en los laterales después de unas cuantas semanas en servicio. Tal vez no vayas a hacer a diario una limpieza a fondo, pero si recurres a los métodos que enumeramos a continuación conseguirás un mantenimiento razonable. En primer lugar, existen en el mercado numerosos productos específicos para el desengrasado de todo tipo de piezas de cocina. Si no quieres comprar de todos, el que utilices para la placa de la vitrocerámica también, aplicado con una esponja o con papel de cocina (con un estropajo de aluminio corres el riesgo de rayar la superficie, aunque si se trata de eliminar grandes quemaduras puede resultar necesario), también puede servirte para atacar la suciedad o los restos de alimentos del exterior de una sartén.
Limón, vinagre, bicarbonato
Si prefieres no usar demasiados productos tóxicos, existe también toda una serie de trucos caseros que juegan con reacciones físicas y químicas para conseguir un mismo resultado de higiene y brillo. El poder desengrasante del zumo de limón se conoce desde antiguo en las cocinas. El vinagre, que además elimina los malos olores y sirve como desinfectante, y el bicarbonato sódico (gracias a su contenido alcalino) son otros tratamientos eficaces para conseguir sartenes limpias.
Aunque hay quien usa esos dos últimos remedios –el vinagre y el bicarbonato– por separado y como único tratamiento para volver a pulir piezas de cocina ennegrecidas por el uso, son mucho más eficaces cuando trabajan en tándem. Un tratamiento con muchas garantías de éxito consiste en preparar una mezcla de ambos ingredientes en una bandeja de horno. Basta con llenar el fondo de vinagre y añadir una taza de bicarbonato. Después, sumergimos el fondo de la sartén en ese líquido y lo dejamos reposar 24 horas. Al retirarlo, puedes fregarlo de nuevo con bicarbonato y vinagre. De esa manera, tu sartén Vitrinor o Magefesa, ya sea de aluminio, acero vitrificado o acero inoxidable, recuperará el brillo original y lucirá como nueva cuando no la estén usando encima del fogón.