En general a la hora de programar cualquier encuentro navideño tendemos a calcular de más, y eso incluye el pan y la bollería. Compramos unas barras extra, por si acaso; de repente a todos se les ha ocurrido sorprender con un roscón para la merienda, o un bizcocho para el desayuno, cosas así. El resultado es un stock de miga sobrante que se nos queda duro, una pena.
Hay muchas formas de aprovechar el pan: rallarlo y utilizarlo para hacer croquetas (otra vez la cocina de aprovechamiento) u otros rebozados; atrevernos con la cocina de los abuelos y sorprender con unas migas o unas sopas de ajo; hacer picatostes (los mejores amigos del chocolate a la taza); preparar un pudin de pan o adelantarnos a la Semana Santa con unas torrijas….
Pero para estas fechas especiales, proponemos una receta algo más chic, Hablamos del pain perdu, también conocido como tostada francesa. Este plato no solo es una forma deliciosa de aprovechar el pan viejo, sino que también tiene un significado especial en las festividades: transformar lo que parece ser un sobrante en un bocado que calienta el alma y los sentidos. Y lo mejor es que puedes conseguir un resultado fantástico con toda la bollería que tengas: pan brioche, suizos, bollos de leche y por supuesto el roscón de Reyes.
Y hablando de aprovechamiento, nosotros lo hemos hecho con una sartén de la gama Acero Forjado Eco, que consume hasta un 50% de energía y garantiza un resultado óptimo sin que se pegue nada.
Estos son los ingredientes:
- 4 rebanadas de pan o bollería del día anterior, como pan de molde, brioche, roscón…
- 2 huevos
- 1 taza de leche (puedes usar leche entera o una alternativa vegetal)
- 2 cucharadas de azúcar (opcional)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
- Mantequilla para cocinar
- Azúcar glas o canela al gusto para espolvorear
- Jarabe de arce, miel o frutos rojos para servir
Vamos paso a paso:
En primer lugar, prepara la mezcla. En un bol, bate los huevos y ve añadiendo la leche, el azúcar (si ves que hace falta), el extracto de vainilla y la sal. Puedes agregar una pizca de canela o anís estrellado para un toque especial. Mezcla bien hasta que todo esté integrado.
Vamos con el pan o la bollería. Lo ideal es que sea del día anterior, o incluso de antes, porque así tiene la textura perfecta para absorber la mezcla. Si ves que todavía está fresco y demasiado esponjoso, tuéstalo ligeramente para endurecerlo un poco.
Sumerge cada rebanada en la mezcla que has batido, empapando bien por ambos lados. Deja reposar un par de minutos para que absorba más, pero sin que se ablande demasiado.
Calienta la sartén a fuego medio con una cucharada de mantequilla. Cuando esté caliente, coloca las rebanadas y cocina de 2 a 3 minutos por lado, o hasta que veas que estén doradas y crujientes como a ti te gustan.
Retira del fuego y pon el toque final con lo que más te guste. En este caso, hemos espolvoreado azúcar glas e incorporado unos frutos rojos para dar una nota de color y frescura. Tú tal vez prefieras canela, un chorrito de licor, miel, jarabe de arce… aprovecha lo que tengas, se trata de eso.
En estas fiestas, convertir los sobrantes en algo extraordinario es una manera perfecta de compartir buenos momentos entre fogones. ¡Que lo disfrutes!