Con el uso diario es común que tus ollas y cacerolas pierdan ese brillo que tanto nos gusta. Desde Universo Vitrinor te contamos todos los trucos para que vuelvan a estar relucientes.
Si quieres recuperar el brillo de tus ollas y cacerolas, el vinagre será tu mejor aliado. Además de un gran abrillantador es uno de los desinfectantes naturales más eficaces que existen. No es necesario que lo uses a diario, pero sí que te será de gran utilidad cuando veas que tus ollas y cacerolas han perdido el brillo deseado.
Recuperar el brillo de tus ollas y cacerolas con vinagre es muy sencillo. Una vez que hayas lavado tu olla o cacerola, aplica unas gotas de vinagre sobre ellas, extiéndelas por toda la superficie y acláralas con agua.
Puedes usar vinagre especial para limpieza, pero tampoco es necesario. Puedes usar vinagre blanco o de manzana, el que prefieras. Además, con el uso de vinagre las tendrás totalmente desinfectadas.
¿Qué hacer si la olla está quemada?
Si, por ejemplo, tu cacerola baja Magefesa está quemada no te preocupes que también la puedes recuperar. El vinagre también es perfecto para limpiarla. En esta ocasión, debes añadir un poco de bicarbonato de sodio a la mezcla para que el resultado sea mucho mejor.
Lo primero que debes hacer es añadir en un bol bicarbonato y vinagre y removerlo hasta que se forme una pasta. Con ella impregna la base y las paredes de la cacerola. Déjala reposar entre 10 y 20 minutos. A continuación, coge una esponja en vinagre y frota con ella todas las superficies de la cacerola. Así conseguirás recuperar tu pieza y que quede reluciente.
Para su lavado diario, lo único que tienes que utilizar es una esponja suave y agua caliente. Evita el uso de estropajos o materiales abrasivos que pueden dañar la superficie. Gracias a la alta calidad del recubrimiento antiadherente de las piezas de Vitrinor hacer su limpieza es muy sencillo.
Aunque nuestras piezas pueden introducirse en el lavavajillas sin ningún problema, si quiere alargar su vida útil le recomendamos que los lave simplemente con agua caliente y un detergente suave. Así podrás disfrutar de nuestras piezas como el primer día mucho más tiempo.
