Ahorrar aceite en la cocina: sí se puede

Estábamos demasiado bien acostumbrados y tal vez por eso hemos gastado el oro líquido muy alegremente, para todo y en gran cantidad. Ahora es buen momento Para plantearnos que a lo mejor abusamos un poco del consumo del aceite en la cocina. Y no solo por motivos económicos. El aceite, aunque puede ser una grasa muy saludable, especialmente el de oliva, no deja de ser un lípido y por tanto tiene un valor calórico muy alto. Lo que pretendemos con este artículo no es que dejemos de usar un producto tan maravilloso, sino que lo empleemos con más cabeza y tengamos en cuentas otras posibilidades a la hora de cocinar.

Así que aquí van unos consejos muy básicos para ahorrar aceite.

  • En primer lugar, no lo tiremos. Alguien estará pensando “gracias, Perogrullo, por tu sabio consejo. Pero es algo que hacemos o hacíamos, con más frecuencia de lo que parece. ¿Cuántas veces, después de comer una ensalada, hemos visto que se quedaba en el fondo del bol un dedo de aceite, porque se nos ha ido la mano al aliñar, y lo hemos tirado, por las prisas o por lo que sea? Pues ese aceite, que normalmente estará mezclado con vinagre, es una vinagreta perfectamente reutilizable para la próxima ensalada si la filtramos y guardamos en la nevera dentro de un tarro. Por no hablar de cuando abrimos una lata de atún o melva en conserva y “limpiamos” el aceite que las cubre. Vale, a lo mejor el aceite de una lata de sardinas es demasiado fuerte, pero el que se utiliza para conservar atún, melva, ventresca, etc, es un condimento perfecto para una ensalada campera o unas “papas aliñás”.
  • No necesitas estrenar aceite cada vez que fríes, sobre todo si se trata de alimentos que no dejan sabores fuertes, como patatas, croquetas, huevos… escurre y filtra el aceite después de freír, y guarda el aceite que utilizas para frituras de pescado en un recipiente aparte.
  • Pintar y rociar puede ser suficiente. Muchas veces, la receta solo precisa que el alimento tenga una mínima pátina de aceite, no hace falta echar un chorro. En esos casos, basta con utilizar un pincel de cocina y pintar sobre la superficie. El aerosol para aceite es otro gran aliado del ahorro. Los esprays con aceite desechables salen caros, es mejor hacerse con un aerosol para aceite que podrás rellenar cuando lo necesites: para aliñar aliñar ensaladas, cubrir el fondo de una sartén o una plancha… a la larga se nota ese ahorro, y mucho.
  • Elige bien tu sartén. Si la sartén está en buen estado y tiene recubrimiento antiadherente, bastará con muy poca cantidad de aceite para preparar el alimento sin que se te pegue. Sustituir tu vieja sartén por una de última generación, siempre merecerá la pena.
  • Freidora de vapor: pues sí que ahorra. Está muy de moda, de eso no cabe duda. Lo cierto es que permite “freir” alimentos con apenas aceite. No es exactamente como si salieran da la freidora, pero da el pego. Nuestro consejo es que te autoinvites a la casa de algún amigo o amiga que lo tenga, prueba y decide.
  • Y no todo va a ser freir. Tal vez sea el momento de que empecemos a acostumbrarnos a las patatas al vapor en lugar de fritas, las croquetas, empanadillas y albóndigas al horno… La cocina al vapor, al horno y a la parrilla ahorran mucho aceite con un resultado delicioso. Y saludable.

Bueno, nosotros ya te hemos dado los consejos. Ahora, si decides mojar un trozo de pan recién hecho en un poco de aceite de oliva virgen extra de primer prensado y saborear todos esos matices dorados, será un gustazo que te estés dando porque quieras, no porque no tengas otras alternativas.