Pimientos del piquillo rellenos de bacalao

Hay platos que, sin ser especialmente complicados, por alguna razón los asociamos más a celebraciones especiales. Es el caso de los pimientos de piquillo rellenos de bacalao, un entrante muy habitual en las grandes ocasiones.

Será por lo bien que quedan en una mesa, con ese rojo tan bonito de los pimientos, por la comodidad que implica poder hacerlos el día anterior o sencillamente porque están buenísimos, lo cierto es que una vez que presentamos este plato en una reunión familiar o de amigos, ya no se cae del menú. Esta receta de origen vasco o navarro que se come en todas partes lo tiene todo para ser el entrante perfecto: queda bonito en la mesa, se reparte con facilidad, no llena demasiado y nos deja con ganas de más. Prepárate para triunfar con esta receta:

Comensales: para que no nos den decimales de pimiento, y dependiendo del hambre, comerán 6, 3 o 2 personas.
Tiempo de preparación: 40 minutos para 6 pimientos. Si haces más, calcula el tiempo extra de rellenar cada pimiento
Dificultad: el plato es muy fácil, aunque rellenar los pimientos uno a uno es entretenido.

Necesitas:

Para 3 personas

6 pimientos del piquillo enteros en conserva
175 g de bacalao desalado
1 cucharada de harina de trigo o maicena
150 ml de leche entera
1 diente de ajo laminado
Aceite de oliva virgen extra
Salsa de tomate
Sal

¿Cómo se hace?

Pon el bacalao en una cazuela con agua fría al fuego y cuando veas que empieza a herir, retira y deja reposar 5 minutos para que el pescado se acabe de hacer. Escurre, comprueba que el bacalao no quema mucho y desmiga con la mano.

Ahora vamos de lleno a por el relleno. En cazo, pon un poco de aceite de oliva y el ajo hasta que comience a dorarse (vigila que el fuego no esté muy fuerte, para que no se amargue el ajo), añade las migas de bacalao y remueve todo para que se fundan los sabores.

Ahora, agrega la harina, mezcla bien para que no salgan grumos y añade la leche poco a poco. Deja cocinar mientras remueves con una varilla o una espátula hasta que el relleno espese y agrega sal al gusto (ojo, ten en cuenta que el bacalao ya aporta su granito de sal al guiso).

Deja que la mezcla se atempere para que puedas manejarla bien, rellena los pimientos con la ayuda de una cuchara y reserva.

Sirve en compañía de una salsa de tomate y agradece los aplausos con sonrisas y una inclinación de cabeza.

Hemos elegido los pimientos de piquillo porque nos encanta su suavidad y si toque ahumado, pero también puedes utilizar pimientos rojos normales. En cualquier caso, escúrrelos bien antes de rellenarlos. En cuanto a la salsa, quien dice salsa de tomate dice mayonesa, romesco, salsa de cóctel o lo que te apetezca. Prueba a mezclar la mayonesa con el líquido de la lata y ya verás qué resultado más interesante. Como siempre, prueba y disfruta.