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Cocina

miércoles, 10 de abril de 2024

Saboreando la Feria de Abril

Durante una semana, el recinto ferial de Los Remedios en Sevilla se transforma en un universo de color, música y tradición con la celebración de la Feria de Abril, que se ha ganado merecida fama por su envergadura y por el enorme entusiasmo con que la viven los sevillanos y que se contagia a todos los visitantes. Es una experiencia inolvidable que merece la pena conocer.


Todo empezó vendiendo ganado.

Un buen día de 1846, los concejales José María Ibarra y Narciso Bonaplata tuvieron la idea de celebrar una feria anual de tres días de duración, que tendría lugar en el mes de abril, con un carácter netamente mercantil, concretamente para la compra y venta de ganado. Así, el 18 de abril de 1847 se inauguró la primera Feria, con cerca de 25.000 visitantes.

La alegría que trae el dinero en movimiento, las ganas de celebrar cuando se ha cerrado un buen trato, el gusto por ambientar el espacio para predisponer a la negociación amistosa; el carácter sevillano, dado al lucimiento y al alterne; la explosión de la primavera en una ciudad que se embriaga con la luz y ese aroma a azahar que inunda cada calle… era inevitable que la feria ganadera evolucionara hasta la gran cita social y festiva que es hoy en día.

Aunque una semana de feria da para mucho, y entre tapas y copas de manzanilla sigue habiendo lugar para hacer “business”. La caseta de la empresa es un lugar perfecto agasajar a los clientes actuales y atraer a los nuevos. En el sur, ocio y negocio conviven con mucha naturalidad.

Los momentos clave

  • Día de Inauguración: el "Alumbrao" es un espectáculo impresionante que marca el inicio oficial de la fiesta y atrae a multitudes de personas ansiosas por sumergirse en el ambiente festivo.
  • Noche del "Pescaíto". La primera cena de la feria es la más esperada. Se trata de la tradicional "Noche del Pescaíto", que se celebra con una cena a base de este manjar. Es el momento de reponer fuerzas tras el esfuerzo del montaje y decoración de la caseta y empaparse del ambiente.
  • Durante los días siguientes, la feria entra en su apogeo con una intensa actividad que comienza desde la mañana. El día es más dado al paseo, a ver y dejarse ver con nuestras mejores galas, si es a lomos de un caballo o en un carruaje, muchísimo mejor. Cae la noche, se levantan los ánimos y todo aumenta de ritmo: el baile, el trasiego, el picoteo… La hora de retirarse la marcan las fuerzas y la agenda de cada cual. Puede que tengas que trabajar por la mañana, pero si ves a tu jefe dándolo todo en la caseta con una copa de fino en la mano, intuyes que tampoco pasará nada si llegas un poquillo más tarde.
  • Fuegos Artificiales y Clausura. Tras una semana de trajín y sevillanas, nada como un buen castillo de fuegos artificiales para entender que la Feria ha terminado. Y por si todavía quedara algún despistado en modo fiesta, se apagan las luces de la portada (es como cuando se encienden las luces en la discoteca para echar a la gente, pero al revés). La fiesta se termina, pero los recuerdos, las experiencias compartidas y tal vez la resaca, perdurarán más allá de la última noche de celebración.

Gastronomía: El Alma de la Feria

La Feria de Abril no sería completa sin una oferta gastronómica a la altura. Cada caseta ofrece una verdadera experiencia culinaria, con platos tradicionales que nos dan la energía necesaria para no perder el ritmo.

Los bocados de la Feria de abril son un escaparate de algunos de los productos más valorados de Andalucía. Tienen en común que están basados en producto típicos y de proximidad, son fáciles de servir y de comer y se prestan al formato de tapa y bandejas que van de corrillo en corrillo. 

Algunos imprescindibles de la Feria de Abril son:

  • La fritura andaluza. Uno de los platos más emblemáticos. Hace falta maña y conocimiento para que el pescado quede crujiente, firme y no aceitoso. Boquerones, cazón en adobo, chopitos, puntillitas, ortiguillas, salmonetes, acedías, choco, tortillitas de camarones… hay donde elegir. La harina para el rebozado será de trigo o de garbanzo, es imprescindible freír en el momento y cambiar el aceite de fritura con frecuencia. Si queréis probarlo en casa, os recomendamos un recipiente de freidora o sartén freidora con rejilla.
  • El marisco también está presente, sobre todo la gamba cocida o a la plancha. La más apreciada, para quien pueda permitírsela, es la finísima gamba blanca de Huelva.
  • El jamón, ibérico de bellota a ser posible, es otra joya de la tierra andaluza. No necesita presentación, todos sabemos que es irresistible. Cortar bien el jamón se trata de un verdadero arte; si no sabemos, lo mejor para el jamón y para nuestra integridad física es dejarlo en manos de un cortador experto que lo transformará en finísimas lonchas que se deshacen en la boca.
  • En la Feria no faltarán otros platos emblemáticos: ensaladilla, tortilla de patata, croquetas de jamón o de puchero, montaditos como el de lomo en manteca, cazuelitas de garbanzos con espinacas, carrillada en salsa, caldo de puchero con hierbabuena, papas con choco, quesos y chacinas… Y para los golosos, nada como cerrar la jornada de madrugada con unos churros con chocolate o unos buñuelos.
  • De beber no pueden faltar los vinos de la tierra (Jerez, Manzanilla…), la caña de cerveza fresquita y bien tirada… y el gran protagonista: el rebujito, esa refrescante combinación de vino fino, gaseosa y hierbabuena que tiene la virtud y el defecto de que entra de maravilla (ojo, novatos, que del “rebujito” se puede pasar al “regurgito” a poco que te despistes).

A Andalucía le van las ferias.

Además de la de Abril en Sevilla, Andalucía celebra ferias tan populares e importantes como la Feria de Córdoba, en la que no puedes dejar de probar el salmorejo cordobés y el flamenquín, la de Málaga donde el espeto de sardinas y el gazpachuelo son imprescindibles, Jerez, Almería, Granada, Huelva… desde las capitales de provincia a los pueblos más pequeños, todas tienen su personalidad y su plato imprescindible (por ejemplo; si nos vamos al sur del sur, a la feria de Tarifa, tienes que probar las codornices a la plancha).

Esperamos haber despertado tu curiosidad por hacer una escapada a alguna de las muchas ferias andaluzas, o al menos para intentar recrear alguno de sus platos en casa. Si decides viajar a través de la cocina, ya sabes que el menaje Vitrinor será tu mejor copiloto.