Antes del siglo XV en ausencia de ingredientes como la patata, las alubias o la calabaza, la castaña jugaba un gran papel como fuente de carbohidratos para “engordar” los guisos, y la col era una de las verduras de invierno a las que más se recurría, mucho más que ahora. Así que este plato de coles de Bruselas y castañas sería un guiso más que habitual en los hogares de nuestros antepasados, que no contaban con muchas de menaje más allá de una marmita. Así que para hacer esta receta solo necesitas una cacerola que puedas meter en el horno, nosotros hemos escogido una de la gama Ares
de Vitrinor.
Los ingredientes son:
- Coles de Bruselas, medio kilo
- Cebollitas, una bolsa pequeña.
- Castañas precocidas, 200g.
- Un trozo de Bacon o panceta, al
Tomillo - Un par de vasos de caldo
- Sal y Pimienta
Lo primero, elige una cacerola de base ancha y prepara el terreno para dar sabor a la receta: corta el cerdo en trocitos y ponlo a freír en su propia grasa hasta que esté bien dorado. Aparta la carne y, en la grasa que ha soltado, pocha las cebollitas a fuego lento, durante 20 o 30 minutos. Se terminarán de hacer en el horno.
Añade las coles bien limpias y peladas, quitándoles un par de hojas y cortadas, por la mitad junto al bacon y las castañas. Deja que rehogue todo un poco para que empiece el intercambio de sabores, salpimienta a tu gusto y añade el caldo hasta cubrir a media altura. Echa el tomillo por encima añade el tomillo y mete el recipiente en el horno a 200° durante 20 o 25 minutos.
No dejes que se seque del todo, te encantará que sobre un poco de salsa. Ya tienes una receta que siglos después, sigue estando buenísima. ¡Disfrute vuesa merced!