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Cocina

lunes, 11 de diciembre de 2023

Potaje de Alubias Blancas con Calabacín

Un guiso de invierno con todos los beneficios nutricionales de las legumbres, pero sin la grasa que se le suele añadir a muchos platos de legumbres tradicionales. Estas alubias blancas con calabacín son una excelente ocasión para comprobar las ventajas del dutch oven, cuando se trata de hacer cocciones lentas con la temperatura muy controlada.


Esta es una receta absolutamente sinérgica: está mucho más rica de lo que aparenta. Es una alternativa muy sencilla a las recetas de judías con mucha carne de cerdo o mucho marisco; pero ya os decimos, siendo una opción vegana, la combinación de la alubia, la verdura y la pimienta es deliciosa.

Lo más difícil de conseguir en las alubias es dar con el punto adecuado de hervor lento y constante; con el termómetro de nuestro dutch oven, eso está resuelto.

Ingredientes para 3 personas:

300gr de judías blancas en las que se pueda confiar, hay variedades para elegir

  • 1 calabacín L/XL
  • 1 cebolla
  • 1 clavo
  • Pimienta roja
  • Aceite
  • Sal
  • Laurel

Remoja las alubias unas 12 horas en agua fría. Ponlas con un poco de su agua en el dutch oven y llévalo a hervor fuerte. Se las asusta y desespuma dos o tres veces (ya sabes: cuando esté hirviendo fuerte, echas un vaso de agua fría para cortar el hervor de golpe hasta que recupere el hervor y repites la operación dos veces más). Cuando se les haya pasado los sustos, añade la cebolla cortada en dos con el clavo pinchado, el laurel, la pimienta y un chorro de aceite sabroso. Y solo queda vigilar que el agua permanezca a 80º durante el tiempo necesario para que las alubias queden tiernas sin deshacerse, añadiendo agua en pequeñas dosis si lo vemos necesario, Siempre deben estar cubiertas con al menos un dedo (horizontal) de agua. Cuando probemos una y presintamos que ya casi casi están, añadimos la sal al gusto y el calabacín cortado en trozos. Dejamos que se termine de hacer, con o sin tapa, según veamos si hay que evaporar un poco de caldo o no, dejamos que reposen unos minutos cuando el calabacín ya esté hecho (que no se deshaga, es muy agradable que al comer cruja un poco todavía). Si queremos engordar un poco el caldo, siempre podemos sacar la cebolla y triturarla en un poco de caldo para añadirla al guiso.

La pimienta roja estará casi deshecha y comestible, a gusto de cada uno. A nosotros nos gusta incluso añadir un poco de pimienta molida. Y a disfrutar.