Para esta receta, vamos a elegir muslos de pollo. Esto tiene sus ventajas; son muy manejables, sabemos que se van a cocinar uniformemente, son más sabrosos que la pechuga, se pueden comer con la mano… (parece que así saben mejor, ¿verdad?). La elaboración es muy sencilla, y prácticamente no nos va a quitar nada de tiempo, ya que el trabajo más duro lo hará el horno y nuestra bandeja de borosilicato. Es una receta ideal para quienes no están todavía muy familiarizados con las ventajas de cocinar con el horno: comprobarán que el asado es una técnica muy agradecida. Empecemos:
TIEMPO: 60 minutos para el horno, para ti 10.
COMENSALES: 2, 3 o 6
DIFICULTAD: Fácilísimo
INGREDIENTES:
- 6 muslos de pollo
- 1 cabeza de ajos
- 2 limones
- Tomillo
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
PREPARACIÓN:
Para empezar, precalienta el horno a 200 ºC con la función de ventilador si la tienes Coloca los muslos de pollo en la bandeja de borosilicato y salpimienta. Hornea durante 15 minutos antes de retirarla del horno.
Aprovecha ese tiempo para pelar los ajos y machacarlos con un golpe (puedes utilizar la mano o el lado plano de un cuchillo). Exprime uno de los limones y el otro córtalo en cuartos.
Pasados esos 15 primeros minutos, retira del horno e incorpora los ajos y los cuartos de limón, que colocarás en la bandeja entre los muslos. Remata la faena regando los muslos con el zumo de limón y espolvoreando el tomillo al gusto para lograr ese incomparable sabor a campo.
Ahora solo queda hornear durante 45 minutos a 180ºC, dándole la vuelta a las piezas a mitad del tiempo… ¡y listo! Ya tienes un plato lleno de sabor, proteína y sabrosura.