Básicamente se trata de un sofrito de diversas verduras aderezadas con aceite de oliva, ajo, comino y poco más. Es una forma estupenda de aprovechar la verdura antes de que se nos estropee, porque esta receta es muy abierta y admite variaciones, aunque podemos decir que la cebolla, el tomate, el pimiento y el calabacín son los actores principales. El pisto se disfruta de muchas maneras; puede ser el relleno de una empanada, la salsa de una pasta y una guarnición perfecta para acompañar carnes y pescados. En nuestra receta hemos utilizado unas cazuelitas individuales que le dan mucha gracia a la presentación. Y ya veréis lo fácil que es:
Tiempo: 30 minutejos.
Comensales: 4
Dificultad: si sabes cortar verdura, lo tienes.
Ingredientes:
- 4 tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 1 calabacín
- 3 dientes de ajo
- 1 huevo
- Aceite para freír
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de comino en polvo
- 1 cucharadas de azúcar
- Pimienta
- Sal
PREPARACIÓN:
Primero, lava y pica la cebolla, el ajo, el calabacín, el tomate y los pimientos, puedes hacer los trocitos más o menos grandes, como a ti te guste.
Después, en una sartén o cazuela, calienta el aceite de oliva y agrega la cebolla, el ajo y los pimientos picados, con la sal y la pimienta.
Cocina durante unos minutos a fuego medio hasta que la cebolla empiece a coger color, con cuidado de que no se agarre. Cuando veas que empieza a pochar la cebolla, añade el calabacín y cocina 4 o 5 minutos más, removiendo de vez en cuando.
A continuación, incorpora el tomate, el comino y el azúcar. Rectifica si es necesario el punto de sal y pimienta y cocina a fuego bajo unos 10 minutos.
Mientras tanto, en otra sartén calienta aceite y fríe el huevo.
Sirve el pisto caliente con el huevo encima. ¡Ya tienes un plato completo, saludable y nutritivo! Si quieres darle un toque extremeño a este plato manchego, prueba a poner unas gotas de vinagre y una pizca de pimentón de la Vera en la yema del huevo, verás qué punto le da.