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Cocina

lunes, 9 de marzo de 2020

Cómo usar un termómetro de cocina

Mientras cocinamos hay recetas en las que conocer la temperatura de sus alimentos nos garantizará, en gran parte, su éxito. Para ello recurriremos a termómetros de cocina. Desde Universo Vitrinor te contamos las claves para usarlos correctamente.


El termómetro de cocina es un utensilio que está presente en muchas cocinas. Saber la temperatura de los alimentos nos ayudará a ver si necesitan cocinarse más o ya están listos. Sin embargo, no siempre se usa de la manera correcta. En este post te damos las pautas necesarias para sacarle el máximo partido.

Lo primero, es saber qué tipo de termómetro tienes. Lo ideal es hacerse con uno que se adapte a tus necesidades. Los más comunes son los termómetros de pincho. Estos son ideales para la carne, se clavan en su interior y nos da la temperatura. Lo puedes introducir en el horno o usarlo también en el exterior. 

También existen termómetros específicos para horno con sonda. Estos son más avanzados y también sirve para líquidos. Por ejemplo, para algunas frituras es importante conocer exactamente los grados del aceite para evitar que los alimentos se quemen por fuera y queden crudos por dentro.

Otra opción son los termómetros láser. En este caso solo miden la temperatura superficial del alimento.

Una vez sabemos con qué termómetro contamos, debemos adecuarnos a su uso. Si es un termómetro para insertar en el alimento, hay que hacerlo en la parte más gruesa. Por ejemplo, si es un trozo de carne, no lo hagas cerca del hueso, la grasa o el cartílago.

El momento preciso para medir la temperatura será al final del tiempo de cocinado. Entonces la pieza ya habrá alcanzado una temperatura estable y sabremos si ya estará listo.

Además, algunos termómetros se pueden calibrar. Para ello es necesario introducirlo en agua hirviendo y comprobar que la temperatura es de 100ºC. Si no fuera así habría que calibrarlo hasta que marque dicha temperatura.

Un último caso fundamental es lavarlo después de cada uso. Será suficiente con agua caliente y jabón y luego secarlo cuidadosamente antes de guardarlo. Esperamos que, a partir de ahora, le saques más provecho a tu termómetro y triunfes con tus recetas.