El ingrediente absolutamente indispensable para todo aquel que quiera cocinar con regularidad y con buenos resultados es el orden. Orden para cocinar y también a la hora de distribuir el mobiliario los alimentos y el menaje. La cocina es un espacio de encuentro y también de trabajo y de la misma forma que no nos sentiríamos cómodos trabajando en una oficina donde todos los documentados estuvieran mezclados, donde no supiéramos quéhay dentro de cada archivador, donde no encontráramos un hueco para escribir algo sin tener que apartar otra cosa, Tampoco nos apetecerá cocinar si cada vez que nos enfrentamos a una receta tenemos que remover rebuscar y despejar alimentos y vajilla. Tal vez sea el momento ahora que empieza el curso, de plantearte si puedes mejorar el orden en tu cocina te vamos a dar unos consejos muy básicos y bien ordenaditos para que lo consigas, al más fiel estilo Marie Kondo.
- La hora de la verdad. Lo primero que haremos será intentar ordenar toda la cocina en un día, así nos daremos cuenta de todo lo que tenemos y sobre todo, lo que no necesitamos. Seguro que descubres cosas que ya no te acordabas de que te las habían regalado.
- Zafarrancho total. Saca fuera todo lo que haya en el interior de los armarios y cajones. Es el momento de pasar revista para ver el estado de cada objeto para deshacerte tranquilamente de todo lo que está deteriorado o sencillamente no necesitas. Tirar es bueno, es sano y muy liberador. Eso sí, procura dejar todo ese material obsoleto en un punto verde para que pueda tener una nueva vida en el futuro gracias al reciclaje. Haz lo mismo con todos los utensilios y materiales de limpieza, procura reducir al mínimo la cantidad de cosas que almacenes.
- La comida también se tira. Es una pena, pero la comida caducada ya sean conservas o alimentos frescos hay que tirarla. Eso también vale para cosas como esa salsa india que utilizaste una sola vez hace 6 años y no has vuelto a abrir, o esa bolsa de especias que compraste en Marruecos hace tanto tiempo que ni te acuerdas. Si crees que está en buen estado, pero sabes que en el fondo que jamás lo vas a usar lo mejor es que lo regales.
- Guarda con criterio. Lo has sacado todo, has hecho una buena criba y ahora toca volver a guardar las cosas. Plantéate si el lugar que ocupaban hasta ahora es el más indicado. Coloca en el lugar más accesible todo los que utilices con más frecuencia; tu cacerola favorita, la olla exprés, el escurridor de la pasta, la vajilla del día a día ... Reserva los lugares más inaccesibles para cosas como el kit para hacer fondue, la yogurtera de tu madre y el juego de té para las visitas.
- Optimiza el espacio. Si es posible procura meter va la vajilla más pequeña dentro de la más grande en plan muñeca rusa. Si realmente no tienes demasiado espacio valora opciones como nuestra gama Click&Space, con un solo mango intercambiable para diferentes piezas de homenaje, verás cuánto espacio ganas. Si eres de los que guardan las sartenes en ese mueble especial para guardar sartenes que todos tenemos en casa y que llamamos horno, ten la precaución de poner un trozo de fieltro en la base de cada sartén para que la que está encima no raye a la que está debajo y nos duren mucho tiempo.
- Domina el mundo táper. Si no nos andamos con cuidado, los tuppers se revelan y se convierten en una tribu como la de los calcetines desemparejados y no hay forma de encontrar la tapa que encaja. Nuestro Consejo es que los guardes en vertical para que veas los que tienes, unos dentro de otros por apilados por tamaños, y con todas las tapas juntas en un mismo sitio.
- Cada comida tiene su hueco. Divide la despensa por categorías: pastas y arroces, conservas, café e infusiones… Así conseguirás tener un esquema en tu cabeza de dónde está todo y ahorrarás mucho tiempo buscando. Aplica el mismo criterio para la nevera, agrupa por familias y por accesibilidad.
- Siempre que puedas utiliza tarros de cristal por una razón muy sencilla es la mejor forma de saber lo que hay dentro: lentejas, garbanzos, pasta, arroz, café…
- Todo lo menudo junto. Hay multitud de pequeños cachivaches que se desperdigan por los cajones y tienden a esconderse para no volverlos a ver jamás todas estas cosas pequeñas es mejor que estén juntas en una caja, o en la base de ese táper que definitivamente ya no tiene tapa.
- Los trapos, mejor doblados en vertical, como si fuera ropa.
- La encimera, zona VIP. Reserva este espacio solo y exclusivamente para unos cuántos objetos muy bien elegidos y que utilices prácticamente a diario. Necesitas tener una encimera despejada para trabajar con higiene comodidad y seguridad. Piénsate muy bien la compra impulsiva de determinados pequeños electrodomésticos que lo único que harán es comerte el espacio que necesitas para cocinar bien.
- Todo lo de la limpieza debajo de la pila. Y con mucho cuidado con todo aquello que pueda ser peligroso para los niños. Aprovecha también para tirar recipientes de esos de los que solo quedan un dedo de líquido en dudoso estado.
Esperamos que con estos consejos disfrutes mucho más de un espacio tan querido para nosotros como es la cocina.