Las cafeteras italianas son una de las piezas más comunes en los hogares. Su origen se remonta a los años 30. En ese momento, se estaban perfeccionando las cafeteras espresso para hostelería y el ingeniero italiano Alfonso Bialetti vio la necesidad de crear una cafetera que pudiera utilizarse de forma sencilla en casa. Así llegó la Moka Express, como consta en su patente del año 1933.
En poco tiempo la cafetera italiana triunfó y los hogares empezaron a contar con una cafetera que preparaba un buen café rápidamente. Hoy contamos con diferentes modelos pensados para diferentes tipos de cocina como las cafeteras de inducción o de vitrocerámica. En Vitrinor las fabricamos siempre pensando en la calidad de sus materiales para conseguir el mejor café.
¿Cómo son las cafeteras de inducción?
Este tipo de cafeteras se dividen en 3 piezas principales: un depósito donde echas el agua antes de preparar el café, un cacillo donde colocamos el café molido y un recipiente superior en forma de jarra con tapa donde tendremos el café recién hecho. También cuentan con un filtro y una goma en la parte inferior.
Su funcionamiento es muy sencillo. Cuando aplicamos calor en su base, el agua de su interior sube al llegar hasta los 90ºC y atraviesa el cacillo del café. Así infusiona y sigue subiendo hasta llegar a la parte superior el café ya listo. En ese momento, todas las cafeteras emiten ese particular sonido al que ya estamos acostumbrados.
Pasos para conocer cómo usar cafetera italiana y preparar el mejor café
Antes de nada, debes saber que la calidad del café es fundamental para hacer un buen café. Asegúrate que el café sea 100% arábica y lo conservas de manera adecuada en un recipiente hermético y lejos del calor, la humedad y los olores extremos.
Puedes comprarlo ya molido o, si tienes tiempo, molerlo en el momento. Si elegis esta última opción conseguirás un plus de calidad. También puedes elegir cafés específicos para cafetera italiana.
Como truco, te recomendamos que llenes el depósito con agua caliente de calidad. Con esto evitaremos que los granos de café molidos se calienten demasiado antes de la infusión y el café salga más amargo. Así que empieza calentando agua mineral hasta que rompa a hervir. Entonces llena el depósito de la cafetera.
A continuación, echa el café molido en el cacillo. Para ello, déjalo caer con suavidad y no presiones. Luego nivela el café sobrante con una cucharilla y elimina los restos del borde del cacillo. Una vez limpio, ponlo sobre el agua caliente. Cierra la cafetera con cuidado de no quemarte al tocar la base. Recuerda que el agua está caliente. Encaja la jarra sobre el embudo del café, gira sin pasarte de fuerza. Lo mejor es que la agarres por el cuerpo y no por el asa.
Ahora pon la cafetera a calentar a temperatura media-baja con la tapa abierta. Así vemos cuándo sale el café ya listo y podremos comprobar el ritmo de infusión. Aunque algunos detractores aseguran que con la tapa levantada se pierden aromas. Eso sí, es importante que la placa de inducción no sea más grande del diámetro de la cafetera para que caliente correctamente.
En cuanto suene el característico sonido de la cafetera italiana, cierra la tapa y retira de la placa tu cafetera italiana. Es importante que sea rápido para que no se caliente en exceso y evitar que se queme. Nunca dejes que hierva.
Ahora sirve inmediatamente y a disfrutar del café recién hecho en tu cafetera italiana de inducción de Vitrinor.
