Hacer brochetas es como hacer collares; buscas cosas que te gustan y crees que combinen bien, y las ensartas. La diferencia es que las brochetas nos las comemos.
Lo que queremos decir es que hay tantas brochetas como combinaciones que se nos ocurran a cada uno. Es una forma de presentación que permite expresarnos en la cocina y poner nuestra marca personal haciendo un modelo exclusivo. Además, a la hora de preparar un evento, es un formato que queda muy vistoso, es muy fácil de comer con una copa o refresco en la mano y sabes que todas te van a salir igual, por eso no hay catering donde no aparezcan brochetas.
Las que proponemos son muy ligeras y casi veraniegas, con el aporte refrescante de la fruta. La salsa de mango les da un toque mágico que combina fenomenal con la acidez y dulzor de la piña. Ya verás lo bien que te quedan. Prepara tu plancha o tu sartén, que empezamos,
TIEMPO: 35 minutos
COMENSALES: 4
DIFICULTAD: muy fácil
INGREDIENTES:
- 400 g de mango
- 1/2 cebolla morada
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de azúcar
- Orégano al gusto
- Una pizca de pimienta negra
- Sal al gusto
- 100 ml de agua
- 200 g de pechuga de pollo, o al gusto
- 2 rodajas de piña (mejor si es natural)
PREPARACIÓN:
Para empezar, trocea el pollo y la piña en dados grandes y regulares, de tamaño parecido. Piensa que cuanto más grandes sean los trozos, necesitarán más tiempo para cocinarse. Busca un tamaño manejable para que los trozos se puedan comer de un bocado.
Pasa por una brocheta los trozos de piña y pollo intercalados y repite este paso hasta terminar con los ingredientes.
Por otro lado, para la salsa de mango, cocina la pulpa del mango en una sartén a fuego fuerte y añade la cebolla, el aceite, la sal, el azúcar, el orégano y la pimienta. Deja cocinar hasta que todos los ingredientes se pochen bien.
Entonces, añade 100 ml de agua y tritura todo hasta que tengas una textura homogénea y sin grumos. Si prefieres una salsa más líquida, añade un poco más de agua.
Finalmente, saltea las brochetas en una sartén grande (nosotros elegido una plancha, que es perfecta para este tipo de platos) y dóralas por todas las caras. Cocina lo justo para que el pollo quede hecho, no más.
Sirve las brochetas con la salsa de mango.
Esta fórmula la puedes enriquecer y/o variar cuanto quieras. ¿Qué prefieres intercalar magro de cerdo? Adelante, te quedará muy hawaiano. El pimiento o un poco de cebolla también le pueden dar un toque muy interesante. En cuanto a la salsa, puedes jugar con el picante buscando contrastes más extremos, o sorprender con alguna especia que te guste. Lo hagas como lo hagas, te saldrán clavadas.