El famoso chef francés Joel Robuchon decía “cuándo mi madre nos daba pan, repartía amor”. Y es que también estamos convencidos de que la cocina es una forma de demostrar amor. Amor por la cocina sentía el tenor Luciano Pavarotti, que más de una vez dijo que “una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrarnos en la comida”.
Realmente cocinar y luego disfrutar con la familia o los amigos de lo cocinado, es uno de los placeres más grandes de la vida. Un escritor francés llamado Michel de Montaigne, decía que “el hombre no debe atender tanto a lo que come, como a con quién lo come”. Cicerón también decía algo parecido: “El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de amigos y por su conversación”.
En estos tiempos, además, se echa de menos compartir esos momentos con la gente que queremos, pero puede que tengamos más tiempo para cocinar. La estadounidense Julia Child decía “mi principal consejo a la gente es que aprenda a cocinar, probar nuevas recetas, aprender de sus errores, no tener miedo y sobre todo divertirse”.
El amor, está muy presente en la cocina. Alguien decía que “no hay amor más sencillo que el amor a la cocina” y el periodista inglés Dylan Jones dice que “las recetas no funcionan a menos que utilices tu corazón”.
En Vitrinor fabricamos menaje de cocina, imprescindible para cocinar, pero otro factor que no puede faltar, es el cariño a lo que cocinamos.
