Alcachofas con salsa romesco
Ingredientes para dos personas:
- 4 alcachofas
- Aceite para freír (preferiblemente oliva virgen extra)
- Sal al gusto
- Para la salsa:
- 1 cabeza de ajo
- 4 tomates maduros, que sepan a tomate
- Aceite bueno
- Un puñado de avellanas y almendras, recién peladas
- Sal al gusto
- Pimienta
- Vinagre
- Una rebanada de pan frito
- 1 cucharada de pulpa de ñora
Es inmensamente más fácil pelar las alcachofas cuando ya están cocidas que en crudo. Ese es el mejor truco que hemos descubierto en años. Ahora que estamos en temporada todavía, comemos esta delicia sin parar gracias a él.
Solo hay que cocer las alcachofas durante 20-25 min desde que comienza el hervor. Si queréis aseguraros de que no amargan, podéis cambiarles el agua en cuanto empiezan a hervir. Es conveniente mantenerlas sumergidas con algún peso para que se cuezan por igual.
Una vez pasado el tiempo, las dejamos enfriar un poco, pelamos hasta que solo queden las hojas tiernas, y cortamos como más nos guste. Nosotros aprovechamos hasta el rabo, por supuesto.
La salsa romesco es un gran acompañamiento. Con el horno a 200º, escalivamos la cabeza de ajos partida por la mitad y los tomates, con aceite y sal, mejor en nuestra fuente de borosilicato, que luego la podemos usar para presentar. Cuando estén los ajos tostados, cuidando que no se quemen, los pelamos y añadimos a la picadora con los tomates, una rebanada de pan frito, los frutos secos, el vinagre de jerez (a nosotros el romesco nos gusta suave, cada uno que vea), sal, aceite y pimienta al gusto. Buscamos una textura como para poder dipear, podéis añadir más pan o frutos secos para conseguirlo.
Doramos las alcachofas en el aceite, vertemos la salsa en la fuente de nuevo, y a disfrutar.