En estos días preotoñales podemos disfrutar uno de los tesoros del huerto: la pera conferencia. Consumir frutas y verduras de temporada no solo es la forma más inteligente de planificar tus recetas —por sabor y calidad—, sino también la más económica.
Las peras son suaves, jugosas y muy versátiles. Ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes, resultan ideales para postres ligeros, pero con mucho carácter. Al combinarlas con la miel, la canela y las nueces logramos un contraste de texturas y aromas que recuerda a la repostería más tradicional, con apenas unos pasos.
Además, al acompañarlas con helado de vainilla conseguimos ese contraste frío-caliente que convierte este postre en un verdadero placer, pero sin complicarnos la vida.
Comensales: 4 personas
Tiempo de preparación: 25 minutos
Dificultad: realmente fácil
Menaje utilizado: sartén Vitrinor antiadherente o fuente apta para horno.
Ingredientes:
- 3 peras conferencia
- 100 ml de miel
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 50 g de nueces picadas
- Helado de vainilla
Preparación:
1. Preparamos a las protagonistas. Lava las peras y córtalas por la mitad a lo largo, como si fueran a posar para la foto. Recorta un poquito la base para que se apoyen sin tambalearse y, con una cucharilla, retira el corazón con cariño. No hace falta ser cirujano, pero cuanto más limpias queden, mejor entrará el relleno después.
2. La mezcla que huele a hogar. En un bol pequeño junta la miel, la canela y la esencia de vainilla. Solo remover ya es un regalo: el aroma empieza a invadir la cocina y parece que se acerca la merienda. Pinta generosamente las peras con la mitad de esta mezcla y llévalas al horno durante 10 minutos a 180 °C. Se ablandarán justo lo necesario para estar tiernas, pero sin perder la firmeza.
3. El toque crujiente. Mientras las peras hacen su magia en el horno, añade las nueces picadas al resto de la mezcla de miel y canela. Será el relleno crujiente y goloso que marcará la diferencia.
4. Segunda ronda en el horno. Saca las peras, rellénalas con la mezcla de miel y nueces y devuélvelas al horno otros 10 minutos. El calor hará que la miel burbujee y las nueces se tuesten ligeramente, creando un contraste irresistible entre lo suave y lo crujiente.
5. Emplatado final: ¡es la pera! Sírvelas tibias, con una bola de helado de vainilla al lado. El contraste frío-caliente es pura poesía culinaria. Si quieres darles un extra de presencia, añade unas nueces enteras o una ramita de canela al plato.
Variaciones y consejos
- Sustituye las nueces por almendras, avellanas o pistachos si quieres darle otro aire.
- Prueba a cambiar el helado de vainilla por otros sabores, puedes buscar armonía (caramelo, leche merengada, turrón…) o contraste (mango, frutos rojos, limón). Si buscas algo más ligero, elige yogur natural.
- Los más golosos pueden añadir un poco de chocolate rallado por encima al servir.
- Cuida tu menaje; usa utensilios de silicona o madera para no dañar la antiadherencia de tu sartén o fuente, y lávala siempre con estropajo suave para mantenerla como nueva.
Ya ves que, con pocos ingredientes y una pizca de cariño, puedes preparar un postre de los que hacen historia: fácil, bonito y con todo el sabor de la fruta de temporada. Vamos, que tienes que probarla sí o sí.