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Cocina

lunes, 18 de septiembre de 2023

Tarta Tatin de manzana

Presentamos una forma deliciosa de utilizar la manzana, una de las frutas más versátiles y económicas que podemos encontrar. Con un recipiente apto para horno y muy poco esfuerzo, conseguirás una tarta bonita por fuera y deliciosa por dentro, con la que triunfarás seguro. En cuanto leas la receta te va a apetecer hacerla, ya verás.


Probablemente os preguntaréis de dónde ha salido este nombre tan gracioso. La explicación “oficial” es bastante curiosa y coloca a esta tarta en la lista de cosas que se descubrieron por casualidad, como la penicilina o caucho vulcanizado. La historia dice que fue creada por accidente en el 'Hotel Tatin' en Francia en el año 1889. El hotel era propiedad de dos hermanas, Stéphanie Tatin y Caroline Tatin. Una de ellas cocinó más manzanas de la cuenta y para no desperdiciarlas, colocó la pasta encima y la horneó. La cocina de aprovechamiento, que siempre da frutos interesantes.

Lo que sí sería un accidente raro es que te saliera mal esta receta, porque resulta francamente sencilla. De hecho, podrás hacer la tarta en un solo recipiente, siempre que sea apto para horno. Nosotros hemos utilizado la gama Click&Space . ¿Preparados?

TIEMPO: 55 minutos, algo más si decides hacer tú la masa brisa.

COMENSALES: 6-8… o 4, dependiendo del hambre con que nos pille.

DIFICULTAD: fácil si tenemos un poco de arte al manejar la masa.  

INGREDIENTES:

  • 1 masa brisa. La encontrarás en cualquier comercio
  • 1 kg de manzanas
  • El zumo de 1 limón
  • 80 g de mantequilla
  • 100 g de azúcar

PREPARACIÓN:

Pela las manzanas, quítales el corazón (dicho así suena duro, pero no les va a doler nada) y córtalas en cuatro gajos cada una. Mójalas en zumo de limón y resérvalas.

Prepara la mantequilla cortándola en pequeños trozos y deja que se adecúe a la temperatura ambiente.

Pon el azúcar en un molde no desmontable, que será el mismo recipiente en el que se horneará después la tarta, y mójalo con una cucharada de agua.

Calienta y deja que el azúcar caramelice a fuego medio hasta adquirir color marrón, e incorpora la mantequilla poco a poco removiendo continuamente con una lengua o espátula (siempre de madera o silicona).

Coloca las manzanas y deja que se cuezan durante 10 minutos a fuego medio. El aroma te encantará. Pasado ese tiempo, deja que las manzanas se enfríen un poco para poder extender la masa brisa por encima sin quemarte. En esta fase es mejor ir con cuidado; procura que la masa se extienda de forma uniforme, ni demasiado gruesa, ni demasiado fina para que no se rompa. Remete los costados de la masa por los laterales del molde y haz un agujero en el centro para evitar que se hinche y se resquebraje la masa.

Precalienta el horno a 180ºC y hornéala durante 40 minutos. Ya solo te queda sacarla del horno (cuidado con el calor), darle la vuelta para desmoldar y servir.

Y ¡TACHAAAN! Ya tenemos tarta.

O mejor: ¡TATIIIIIN! Ya tenemos tarta.