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Cocina

martes, 11 de marzo de 2025

Supersticiones en la cocina: para todos los gustos

La cocina no solo es un lugar de aromas, sabores y texturas, sino también de misterios, creencias y supersticiones que han pasado de generación en generación.


Algunos ejemplos:

Sal, supersticiones y un traidor en la mesa

En la antigüedad la sal era un bien extremadamente valioso, tanto que incluso se utilizaba como medio de pago (de ahí la palabra “salario”), había que manejarla con mucho respeto. La superstición más famosa sobre la sal dice que derramarla trae mala suerte. Algunos creen que todo empezó con Judas Iscariote, que según la leyenda volcó el salero antes de traicionar a Jesús en la última cena. Si nos fijamos en el cuadro de Da Vinci, ahí está, con la sal derramada. Para evitar el mal fario la tradición manda lanzar un pellizco de sal por encima del hombro izquierdo, para ahuyentar la mala suerte.

Otra superstición curiosa es la de no pasar la sal de mano en mano, ya que, según la creencia popular, esto puede generar conflictos entre las personas. Lo recomendable es dejar el salero sobre la mesa para que el otro lo tome, evitando así atraer la mala suerte… o, al menos, las miradas desconfiadas de quienes aún creen en estos rituales.

Cortar el pan al revés… mejor que no.

Si alguna vez has visto a alguien fruncir el ceño porque has puesto el pan boca abajo, no se trata de un crítico gastronómico, es que dicen que da mala suerte. Esta superstición viene de la Edad Media, cuando el panadero del pueblo reservaba las piezas invertidas para el verdugo. Como nadie quería compartir destino con él, mejor no arriesgarse. Así que ya sabes, si el pan cae del lado equivocado, no es que sepa peor… pero más vale prevenir que lamentar.

Brindemos sí, ¡pero no con agua!

Levantar la copa y chocar vasos es un ritual casi sagrado, pero si dentro hay agua… mal asunto. La superstición dice que brindar con agua trae mala suerte, y su origen podría estar en la antigua Grecia, donde el agua era la bebida que se ofrecía a los difuntos. Otra teoría apunta a los marineros, para quienes un brindis acuático simbolizaba un destino poco agradable: hundirse en el mar. Así que, por si acaso, mejor levantar la copa con algo más festivo… y utiliza el agua para hidratarte entre brindis

Un cuchillo regalado te puede salir caro.

Dicen que si te regalan un cuchillo y no pagas por él (aunque sea una moneda simbólica), la amistad o el amor pueden acabar cortados… literalmente. Esta superstición tiene lógica: un cuchillo es afilado, y simboliza rupturas y conflictos. En algunas culturas se cree que un filo regalado "corta" el vínculo entre quien da y quien recibe. Pero no hay problema, porque la solución es fácil: basta con dar una monedilla a cambio y ¡magia! El cuchillo deja de ser un regalo y la relación sigue intacta. Así que ya sabes, si alguien te obsequia un buen cuchillo de cocina, devuelve un par de cobres a cambio del acero.

"No entierres los palillos, que nadie ha muerto"

Si alguna vez viajas a Japón u otros países de Asia, piénsatelo dos veces antes de clavar los palillos en tu arroz: significaría tu Harakiri social. Colocados de esta forma recuerdan a los bastones de incienso que se clavan en la tierra en los ritos funerarios. Vamos, que es como decirle a tu plato: "descansa en paz".  Para evitar miradas de horror a tu alrededor, simplemente apóyalos en el borde del cuenco o en un soporte especial.

Otras supersticiones repartidas por el mundo:

  • Mascar chicle por la noche en Turquía representa comer carne de personas fallecidas
  • Todavía quedan mujeres en Ruanda que no comen carne de cabra porque creen que les crecerá barba.
  • No es superstición, pero casi: en Chile nunca se come con la mano, ni siquiera la hamburguesa o el pollo frito.
  • En algunos países cristianos se cree que trae mala suerte hornear pan en Viernes Santo
  • No pongas dos cucharas en el mismo plato en Inglaterra o Irlanda… a menos que quieras tener gemelos.
  • En Egipto, por lo que sea, mejor no cortes pan por la noche.
  • Regalar peras en China supone un mal augurio para esa relación
  • En Rusia, si una galleta o un trozo de pan se parten solos sin que nadie los toque, significa que alguien está pasando hambre en otro lado.

Las supersticiones en la cocina tienen raíces profundas en la cultura, la religión y las tradiciones ancestrales. Aunque algunas pueden parecer absurdas hoy en día, muchas siguen vivas porque forman parte de la identidad culinaria de cada país, y nos demuestran que el mundo de la alimentación es algo muy arraigado en el ser humano. Siempre es enriquecedor asomarse a otras realidades culinarias y te animamos a hacerlo en casa descubriendo nuevas recetas. Eso seguro que nos trae buena suerte a todos.