Esta sopa es muy sencilla, pero el toque del queso feta y la menta le dan un toque griego muy divertido y refrescante. Solo necesitas un cazo (nosotros hemos utilizado uno precioso de nuestra gama Nordic) para hacer la magia.
Tiempo de preparación: menos de media hora
Comensales: 4
Dificultad: es casi imposible que te salga mal
Ingredientes:
- 1 cebolla
- 2 calabacines
- 1 chorro de aceite de oliva virgen extra
- 750 g de caldo de verdura
- 125 g de queso feta
- 8 hojas de menta fresca
- Sal
Preparación:
Pon un chorro de aceite de oliva en una olla y añade la cebolla muy picada. Cocina a fuego bajo hasta que quede pochada.
Añade los calabacines cortados y pelados, el caldo de verdura y sal al gusto (pimienta también, si quieres). Remueve bien y cocina durante 20 minutos a fuego medio.
Apaga el fuego y añade el queso feta y la menta. Tritura muy bien hasta tener una crema suave y refrigera.
Sirve esta sopa fría o templada y decora con unas hojas de menta y queso feta por encima. Si te lo pide el cuerpo puedes acompañar este plato con unos picatostes para redondear la experiencia.