Crujientes por fuera y blandas por dentro. Para muchos es el mejor punto de las patatas fritas. Y conseguirlo no siempre es fácil. Hay quienes creen que solo se consiguen así si se preparan a la sartén, mientras que otros dicen dominar a la perfección el arte de la freidora y como las suyas no hay ningunas.
Ahora bien, más allá de los trucos de cada cocinero, ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes para preparar patatas fritas. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo y descubrirás qué debes elegir cuando llegue el momento de freírlas.
Receta para conseguir las mejores patatas fritas
Para que tus patatas fritas estén deliciosas no solo te debe importar el utensilio que uses para freírlas. Como en toda receta, lo principal es contar con buenos ingredientes.
Una vez seleccionadas, lávalas, pélalas y córtalas todas con el mismo tamaño. Se recomienda que tengan un grosor de entre 6 y 7 milímetros.
A continuación, un truco que consigue grandes resultados es ponerlas a remojo. Solo hace faltan 15 minutos para eliminar la mayoría del almidón. Luego sécalas, un poco de sal y ya estarán listas para empezar a freír.
Para ello, elegir una sartén o freidora de calidad será clave para el éxito de tu receta. En Vitrinor puedes encontrar una amplia variedad de ambos utensilios fabricados de los mejores materiales para garantizar excelentes resultados en tu cocina.
Si eres de los que suele freír patatas con frecuencia, lo más recomendable es que te hagas con una freidora. Son muy sencillas de usar. Solo se echa el aceite, se elige la temperatura y ya están en marcha. Además, son más seguras, puedes controlar la fritura y el recipiente está totalmente tapado por lo que estarás a salvo de las salpicaduras de aceite. Eso sí, ten cuenta que limpiar la freidora es mucho más laborioso que limpiar la sartén.
Aún así, si prefieres la freidora, empieza por hacer las patatas a fuego lento. Después saca la cestilla de la freidora dejando que escurran el aceite y pon el termostato al máximo. En cuanto alcancen los 190º, vuelve a sumergirlas hasta que se doren.
Ahora bien, las sartenes también tienen sus ventajas especialmente si haces patatas fritas de vez en cuando. Para ellas se necesita menos aceite y si se cuidan pueden durarte en correcto estado durante mucho tiempo. Si esta es tu opción y quieres conseguir las mejores patatas fritas, debes también freírlas dos veces.
Para la primera la temperatura ideal debe estar en torno a los 140º y vete echando las patatas poco a poco. Deberán quedar recubiertas de aceite y bien repartidas por la sartén. Tras 7-8 minutos y cuando las veas ligeramente doradas, retíralas del fuego y déjalas enfríar durante unos 10 minutos.
A continuación, vuelve a preparar el aceite en la sartén y en esta ocasión consigue una temperatura de unos 180º. Ahora deja que se frían como mucho unos 5 minutos más. Así estarán bien crujientes. Por último, ponlas sobre papel de cocina para que absorban todo el aceite y ya están listas.
Además para el éxito de tus patatas debes tener en cuenta cuestiones como filtrar el aceite tras su uso o no combinar diferentes variedades de aceite. Si usas freidora, se recomienda cambiar el aceite cada tres usos aproximadamente.
Así que elegir sartén o freidora para tus patatas todo dependerá de la frecuencia con la que las prepares. En ambos casos puedes conseguir patatas fritas perfectas.