¡Suscríbete a nuestra newsletter !

Cocina

lunes, 10 de junio de 2024

Pulpo a la gallega

La congelación tiene sus ventajas, una de ellas es que nos permite acceder a algunos manjares durante todo el año. Por eso podemos hablar de esta receta de pulpo a las puertas del verano. El pulpo a la gallega ahora se disfruta en todas partes y en todo momento.


Es buena fuente de proteínas y carbohidratos, un plato sencillo que basa su sabor en la calidad de sus ingredientes: pulpo, una buena patata, gallega a ser posible, pimentón (mejor de La Vera) y aceite de oliva virgen extra.

Lo más complicado en su preparación es conseguir que el pulpo tenga la textura adecuada. Para esto, la congelación también resulta útil, porque contribuye a que nos quede más tierno. Si sigues esta receta, te quedará perfecto. 

Tiempo de preparación: 60 minutiños

Dificultad: ninguna

Ingredientes:

  • 1 pulpo de 2 kg aprox. congelado.
  • 1 kg de patatas.
  • Pimentón al gusto, dulce o picante.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal gruesa.

Preparación

Antes de nada, saca el pulpo del congelador el día anterior para que se vaya descongelando de forma natural.

Una vez descongelado el pulpo, lávalo con agua fría y pon una cazuela grande con agua al fuego.

Cuando hierva, añade el pulpo y sácalo del agua unas 3 veces - lo que conocemos como “asustar” al pulpo- para que quede tierno y evitar que se le caiga la piel en la cocción.

Cuece el pulpo durante 35 minutos a fuego medio.

Mientras tanto, lava, pela y corta las patatas a la mitad y resérvalas.

Una vez cocido el pulpo, reserva en una fuente y cuece las patatas 15 minutos en la misma cazuela en la que has cocido el pulpo.

Ahora, corta el pulpo con ayuda de unas tijeras en trozos de 1 cm de grosor. Es muchísimo más fácil que con un cuchillo.

La presentación tradicional es un plato de madera en el que primero haces una base con las patatas cocidas, por mitades o cortadas en rodajas gruesas.

Para rematar y potenciar todos los sabores, añade la sal gorda, el pimentón dulce o picante y riega con un chorrito de aceite de oliva.

El sabor de Galicia está servido.