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Cocina

martes, 2 de enero de 2024

Provolone al pomodoro

Este plato demuestra que, para que una receta sea deliciosa, no precisa ni mucho tiempo ni muchos ingredientes. También es un ejemplo de lo agradecido que resulta cocinar con horno, sobre todo si contamos con material tan adecuado como nuestra bandeja de borosilicato.


La verdad es que esta receta juega con ventaja porque sus ingredientes son irresistibles: el queso provolone adquiere una consistencia fantástica, tiene un sabor suave e intenso a la vez y en combinación con el tomate seco, de sabor más concentrado, y ciertas especias, se convierte en un entrante irresistible recién salido del horno. Es un habitual de los restaurantes italianos, argentinos… y de tu casa en cuanto lo pruebes.

Dificultad: fácil hasta decir basta

Tiempo de preparación: 10 minutos para ti y 20 para el horno

Comensales: 2 o alguno más, que tiene bastante calorías.

Ingredientes:

  • 200 g de queso provolone
  • 1 tomate maduro mediano
  • Media docena de tomates secos en aceite
  • Tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra

Preparación:

Es que es muy fácil, de verdad. Pela el tomate y rállalo en una bandeja de borosilicato cuadrada. Añade sal y pimienta al gusto. Ya tienes una base estupenda para empezar.

A continuación, coloca el queso provolone encima, en el centro de la fuente. Espolvorea unas hojitas de tomillo fresco por encima y coloca los tomates secos bien distribuidos sobre el queso. No le va a ir mal el aceite que llevan impregnados los tomates, sobre todo si es de oliva virgen extra.

Tu trabajo ya ha terminado, ahora le toca al horno y a la bandeja de borosilicato. Hornea durante 20 minutos a 200 ºC (mira cómo queda por si lo quieres un poco más tostadito) y sirve inmediatamente.

Disfruta compartiendo esta fantástica cremosidad. Puedes darle un aire más italiano añadiendo orégano en lugar de tomillo.

Y ten paciencia: cuando salga del horno tendrá un aspecto y un aroma irresistibles, pero no te abalances inmediatamente, que te puedes quemar.