Es una de las especias de moda. La cúrcuma ha ganado popularidad en los últimos años. Su versatilidad en la cocina y las propiedades medicinales que se le atribuyen son solo algunas de las razones para que cada vez sean más los que tengan un rincón especial en su cocina donde no puede faltar este polvillo naranja. En Universo Vitrinor, amantes de la buena cocina, te desvelamos su origen y por qué debe estar en tu cocina.
¿De dónde es originaria la cúrcuma?
Para conocer su origen hay que viajar hasta el Sureste Asiático, donde llevan más de 15 siglos dándole uso culinario. Aunque es posible que se utilizara mucho antes como medicina gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas.
Entonces el característico polvillo naranja se conseguía de la misma manera que en la actualidad. La cúrcuma es una planta llamada cúrcuma longa y perteneciente a la familia del jengibre de la que se consume su raíz. Se corta, se seca y se machaca hasta transformarla en el popular polvo que usamos como condimento.
Es posible que alguna vez hayas escuchado que también se la conoce como azafrán de raíz o como azufre de Indias debido a su origen.
Propiedades y beneficios de la cúrcuma
La cúrcuma es apreciada comúnmente por aportar aroma, sabor y color a nuestros platos. Así es ideal para aderezar con un toque dulce y a la vez picante y amargo arroces, carnes, pescados…
Además, la cúrcuma es fuente de fibra, proteínas, vitaminas y minerales. Sin embargo, al ser un condimento del que se consume poca cantidad su valor nutricional resulta más bien escaso. Aún así, sus propiedades pueden ser beneficiosas para la salud.
La cúrcuma contiene entre un 2 y un 5% de curcumina, el pigmento amarillo con propiedades antiinflamatorias y capacidad para aumentar los antioxidantes en el organismo.
En este sentido, la cúrcuma es apreciada para mejorar los trastornos en los que exista inflamación como, por ejemplo, la enfermedad de Crohn, la menstruación, la colitis, entre otros. Además es recomendable para mejorar los dolores de la osteoartritis.
Otro de los beneficios de la cúrcuma son sus propiedades cardioprotectoras. Su uso frecuente, junto con llevar una dieta natural y sana, con grasas reducidas, previene enfermedades cardíacas. Además, condimentar con cúrcuma ayuda a reducir el colesterol.
A esto también cabe añadir su poder para aliviar problemas estomacales. Se recomienda para personas con falta de apetito, gastritis o digestiones lentas, ya que favorece la producción de jugos gástricos y pancreáticos ayudando a equilibrar el pH.
Así que si todavía no eres fan de la cúrcuma, ya tienes varias razones para que se convierta en una especia imprescindible en tu cocina.
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