La bechamel es uno de los quebraderos de cabeza de muchos a la hora de preparar croquetas. Pero queremos que deje de serlo. Así que os invitamos a seguir esta receta de croquetas de jamón con las que conseguirás que queden cremosas por dentro y crujientes por fuera. ¡Toma nota!
Ingredientes:
- 2 cucharadas soperas de harina
- 50 gramos de mantequilla
- 1 huevo
- 100 g de pan rallado
- 300 mililitros de leche
- Taquitos de jamón
- Nuez moscada
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración:
Empezamos preparando la bechamel. En un cazo calentamos la leche sin que llegue a hervir. También podemos utilizar una leche que no esté fría y usarla directamente.
En otro cazo, derretimos la mantequilla a fuego lento. Una vez lista, añadimos la harina tamizada. Removemos con ayuda de unas varillas. Sin dejar de remover debemos esperar a que cueza bien la harina durante unos minutos. Sabremos que está lista cuando haya adquirido un color amarillento.
Seguimos añadiendo, poco a poco, la leche y los taquitos de jamón y no dejamos de remover. La leche debe integrarse bien para que quede una bechamel lo más cremosa posible. Añade una pizca de sal y otra de nuez moscada y continúa removiendo durante unos 10 minutos subiendo un poco el fuego hasta que la bechamel esté bien hecha.
Eso sí, debes tener en cuenta que la bechamel espesará un poco al enfriarse. Por ello si ves que está muy espesa añade un poco más de leche.
Una vez lista, hay que dejarla enfriar. Echa la masa en un bol o una fuente, cúbrela con papel film y métela, como mínimo, dos horas en la nevera.
Transcurrido ese tiempo, hay que darle forma a nuestras croquetas. Lo primero será batir el huevo y preparar un plato con pan rallado. Luego con ayuda de dos cucharas, coge una bola de bechamel, pásala por el huevo y, a continuación, colócala en el plato del pan rallado.
Ahora, con las manos, le vamos dando forma y la empanamos bien hasta que quede bien cubierta y compacta. Así, una a una. Cuando las tengas todas, mételas en la nevera una hora.
Después solo queda freírlas en abundante aceite caliente que incluso llegue a cubrirlas. Dales la vuelta con cuidado para que se hagan bien por los dos lados. Cuando estén doradas, estarán listas. Sácalas y déjalas sobre un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Y ya tendrás tus croquetas de jamón preparadas para disfrutar. ¡Buen provecho!