Pero, para sacar el máximo partido a este regalo del mar, es importante saber elegir bien y conocer las técnicas que realzan cada tipo de pescado. Aquí te damos las claves para que cada plato de pescado sea un éxito.
En busca del pescado perfecto.
Mírale a los ojos
Los ojos son el primer indicador de frescura. Si están claros, brillantes y un poco saltones, el pescado está en su punto. Por el contrario, unos ojos opacos o hundidos son señal de que mejor lo dejes pasar.
Cuestión de piel
Busca una pieza con piel húmeda, brillante y escamas bien adheridas. Si está seco o sin brillo, seguramente ya no está fresco.
Un aroma que te transporte al mar
El pescado fresco debe oler a mar, fresco, limpio y apetecible Si el olor es demasiado intenso o desagradable, haz caso a tu instinto y sigue buscando.
Branquias: el semáforo de la frescura
Unas branquias de color rojo vivo o rosado son señal de calidad. Si están pardas o grises, ese pescado ya no está en su mejor momento.
Por cuestiones diversas, a veces lo que entra en la pescadería está un poco más deslucido o hay poco donde elegir. En ese caso, hay que saber perder y plantearse que a lo mejor hoy toca pollo. Ya vendrán tiempos mejores…
Cocina con estilo: técnicas para cada tipo de pescado
Un dorado perfecto
Si tienes un lenguado o una merluza, sácale partido con una buena sartén antiadherente. Solo necesitas un poco de aceite de oliva, fuego medio y unos minutos para lograr un pescado jugoso con una costra irresistible.
El horno: tu mejor aliado para el salmón
¿Lubina, salmón o dorada? El horno es ideal para estos pescados grasos. Acompáñalos con hierbas aromáticas, limón y un chorrito de aceite de oliva. En 20 minutos tendrás un plato digno de restaurante en tu fuente de horno.
Vapor creativo: salud y sabor en equilibrio
Si buscas una opción ligera, prueba el pescado al vapor. Añade especias y hierbas al agua para realzar su sabor mientras conservas todos los nutrientes. Con un recipiente específico para cocina a vapor, todo es mucho más fácil.
La parrilla que enamora
Para pescados con carácter como la caballa o el atún, la parrilla es la estrella. Solo necesitas engrasar bien la superficie para que no se pegue, y el resultado será un bocado con un toque ahumado irresistible.
En papillote: el arte de cocinar con estilo
Envuelve el pescado en papel de horno junto a vegetales, especias y un poco de vino blanco. El papillote no solo concentra los sabores, también impresiona a cualquiera en la mesa.
Saber elegir y cocinar el pescado es todo un arte, y en España es un lujo a nuestro alcance. Con estos consejos, tendrás siempre los mejores resultados, ya sea en un plato rápido entre semana o una cena especial. Recuerda que una buena sartén y un poco de creatividad son tus mejores aliados en esta aventura culinaria. ¡Dale al pescado el protagonismo que merece!