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Cocina

jueves, 17 de agosto de 2023

Mitos sobre los alimentos: no te los tragues

Las fake news siempre son malas, pero cuando tratan sobre ciertos temas llegan a ser peligrosas.


Por ejemplo; si te cuentan que una famosa cantante colombiana se ha liado con un torero que ha resultado ser el hijo no reconocido de un famosísimo cantante residente en Miami, y tú te lo crees, lo peor que te puede pasar es la cara de tonto que se te quede cuando se desvele la trola. Pero si alguien difunde que beber un litro de vinagre cara día es un método infalible para limpiar el colesterol de las arterias y, literalmente, te lo tragas, acabarás en la UCI y serás tú quien se convierta en noticia.

De los creadores de “hay que guardar 3 horas de digestión antes de bañarse” y “si te sangra una verruga, te saldrán muchas más”, os presentamos brevemente algunos bulos que corren por ahí sobre temas alimenticios:

  • “El pan engorda muchísimo”. Pues mira, eso es como todo. Las grasas y el alcohol engordan mucho más. El pan es un hidrato de carbono, necesario para tener energía, como tantos otros. Si se fabrica sin aditivos y con un cereal de calidad, es un buen complemento para muchos platos de la dieta mediterránea. Eso sí, con un consumo razonable, en torno a dos rebanadas por ración.
  • “No hay que tomar agua durante las comidas”. Claro, es mucho mejor comer a palo seco y que se nos haga bola, dónde va a parar. En primer lugar, el agua tiene un aporte calórico igual a cero así que es imposible que engorde. De hecho, puede tener cierto efecto saciante que nos aplaque la ansiedad por comer demasiado. Además, los tragos de agua nos permiten limpiar el paladar para percibir mejor cada sabor y disfrutar más de la comida. Se recomienda beber entre un litro y medio o dos litros de líquido al día, y da lo mismo cuándo lo hagamos.
  • “La fruta al final de las comidas engorda”. Vamos a ver; si algo es bueno y sano, lo va a ser siempre y la fruta es ambas cosas, así que da lo mismo cuándo la comas. Su aporte de calorías y sus propiedades serán las mismas en cualquier momento en que la comas. Además, ¿qué será más sano, tomar una macedonia de postre, o en su lugar apretarse un brownie con su chocolate, su mantequilla de cacahuete, una bola de helado de vainilla y bien de nata por encima? No hay más preguntas, señores del jurado.
  • “Tómate el zumo ya, que se le van las vitaminas”. Gracias abuela, pero no te preocupes, que la cosa no va tan rápido. Según diferentes estudios, las vitaminas de, por ejemplo, un zumo de naranja, permanecen unas 72 horas si se mantienen en un lugar fresco. Eso sí, con las altas temperaturas desaparecen. Aunque la verdad, hacer caso de este bulo no hace daño a nadie y no te cuesta nada hacer feliz a tu abuela.
  • “Más de dos huevos a la semana, jamás”, hubo épocas en las que comer huevos era un verdadero lujo, tal vez este bulo se haya creado en aquellos tiempos para que la gente se consolara. Cierto que el huevo, en concreto la yema, tiene un contenido de colesterol relativamente elevado, pero no es tan exagerado ni tan peligroso como dicen. A cambio, es una fuente de proteína de alto valor biológico y muy económica. Si tenemos un índice de colesterol muy alto siempre podremos retirar la yema y aprovechar las claras. Si se hace con cabeza y sin abusar de las grasas en su preparación, el huevo se puede consumir con frecuencia.
  • Los alimentos congelados son menos nutritivos que los frescos. Eso es una mentira podrida. Si se respeta la cadena del frío sin romper ningún eslabón, el proceso de congelación no altera las cualidades de los alimentos. Un pescado o una carne congelados tienen las mismas propiedades que si los comemos frescos. La única diferencia la notarás en el precio, no en su valor nutritivo. Respecto a las verduras congeladas, la proporción de vitaminas que tienen las verduras frescas o congeladas tras ser cocinadas es muy similar. Así que no existe ninguna razón para no comprar alimentos congelados, y son ser una excelente forma de tener alimentos saludables siempre a mano. ¡Lo que hubiera dado tu bisabuela por tener un frigorífico de dos puertas!

Aparte de estos clásicos, cada día te saltarán en Internet cientos de súper alimentos y dietas milagrosas para adelgazar, para ponerte cachas o para acertar la primitiva. Sabemos que sabes que TODO ESO ES FAKE, así que no hace falta hablar más del tema.

En resumen, no te tragues todo lo que te digan y vivirás más y mejor.