Si alguna vez has querido hacer un aperitivo que parezca sacado de una pastelería salada, pero sin despeinarte, esta receta es para ti. Los espárragos trigueros no solo quedan bien en platos saludables, también saben ponerse elegantes. Aquí se visten con pavo y queso, se acuestan sobre una camita de hojaldre y salen del horno con pinta de querer impresionar a tus invitados. Y lo logran. Esta receta tiene todo lo bueno: es rápida, bonita, fácil de montar y se prepara todo con una bandeja de horno. ¿Hace falta más?
¡Empezamos!
Comensales: 3 personas
Tiempo de preparación: 30 minutos
Dificultad: Fácil, sobre todo si se te dan bien las manualidades
Ingredientes:
- 3 cucharadas de mantequilla derretida
- ½ cucharada de miel
- 150 g de espárragos trigueros
- 1 lámina de hojaldre
- 9 lonchas de pechuga de pavo
- 120 g de queso en lonchas (puede ser havarti, cheddar, gouda…)
- 1 huevo batido
- Sal y pimienta al gusto
- Semillas de sésamo para espolvorear
Preparación
Precalentando
Pon el horno a 200 °C y prepara tu bandeja de horno Vitrinor. No hace falta papel vegetal ni aceite, su antiadherente hace el trabajo por ti. Ya estás ahorrando esfuerzo y fregoteo.
Mimando los espárragos
En un cuenco, mezcla la mantequilla derretida con la miel, una pizca de sal y otra de pimienta. Unta bien los espárragos con esta mezcla. Este paso es clave: les da un toque brillante y sabroso que marca la diferencia.
Corta, gira y coloca
Extiende el hojaldre y córtalo en 9 cuadrados. Gira cada uno 45 grados para que queden en forma de rombo, y colócalos así en la bandeja. Añade sobre cada uno una loncha de pavo, una de queso y unos cuantos espárragos.
Doblez estratégico
Dobla una esquina del rombo hacia el centro, pincélala con huevo batido y cierra con la otra. Así se quedarán sellados al hornear. Dale un baño rápido de huevo batido por encima y termina con semillas de sésamo. Si no tienes, puedes usar orégano, comino o lo que tengas a mano que le dé gracia.
Deja que el horno haga su magia
Hornea unos 15 minutos, hasta que estén dorados y con ese olor que hace que todos pregunten “¿qué estás haciendo?”
Variantes y sugerencias:
- ¿Te gusta con más sabor? Sustituye el pavo por jamón serrano o bacon.
- ¿Sin carne? Prueba con tomate seco y queso feta.
- ¿Algo más jugoso? Añade una cucharadita de cebolla caramelizada antes de cerrar el hojaldre.
Estos hojaldres lo mismo te solucionan una cena informal que te quedan divinos en un brunch con invitados. Y si sobran (aunque lo dudamos), recalentados están igual de buenos.
¿Quién dijo que lo fácil no podía ser espectacular?