Si eres goloso, no tienes que renunciar al postre. Descubre con nuestros útiles consejos y de la manera más dulce cómo hacerlo para que tus recetas caseras sean aún más saludables.
Sustituye la mantequilla por aceite de oliva AOVE, de coco o girasol.
Es muy fácil. En vez de mantequilla, añade aceites de semillas de primera presión en frío y de origen vegetal: oliva, girasol, también el de coco o incluso aguacates maduros. Poseen grasas saludables, vitamina y antioxidantes. Cuando vayas a comprar no olvides consultar las etiquetas y elegir el que mejor se adapte a tu receta.
Olvídate del chocolate. Da la bienvenida al cacao.
Los postres de chocolate se pueden hacer con esta grasa vegetal que tiene menos azúcares y más antioxidantes, fibra, minerales y, por supuesto, vitaminas. Todo eso sin perder el sabor del chocolate, porque el cacao sabe a chocolate, y eso es esencial para los muy chocolateros.
Sanas alternativas al azúcar
Sin renunciar a ella, de vez en cuando puedes disfrutar de una receta casera elaborada con otro tipo de endulzantes naturales.
- Estevia natural. Las hojas frescas o secas tienen un poder endulzante 200 veces más potente que el del azúcar. infusiones y otras bebidas y elaborar compotas, culis o macedonias.
- Sirope de agave: Se extrae de forma natural de esta planta de hoja carnosa. Puedes encontrarlo en formato líquido, y en polvo como sustituto perfecto del azúcar glas.
- Melaza de arroz. Extraída de los granos de arroz redondo y sirve como endulzante natural con pocas calorías y un alto contenido en calcio (273 mg/100 g). Similar al del sirope de agave, es un endulzante natural especial para rellenar pasteles.
- Fructosa natural. Procede de la fruta y es de textura parecida a la del azúcar, Sustituye perfectamente al azúcar, pero su poder endulzante es mayor, pero con menos índice glucémico.
- Frutas naturales. El sabor dulce se puede conseguir de forma natural con frutas maduras como piña, frambuesas, fresas, plátanos, moras, higos, kiwis, etc. O desecadas como los dátiles, pasas, higos, orejones, etc. Recuerda que al utilizar las frutas frescas requiere reducir la cantidad de agua de la receta original.
Cuantas alternativas, ¿verdad? Con estos consejos prácticos tus postres preferidos pueden ser más saludables sin renunciar al sabor, textura y dulzor de un postre casero. Ahora te toca a ti ponerlas en práctica.