Seguramente estamos tan acostumbrados a verlas hacer chup-chup en los fogones de casa desde que éramos pequeños, que no nos hemos parado a pensar la de platos sublimes y diferentes que se pueden hacer con unas humildes lentejas. Porque sí, nos encantan las recetas tradicionales, con su chorizo y su carne, que pasan de generación en generación. Pero también nos gusta explorar nuevos sabores y matices. Y la lenteja es la legumbre perfecta para ello.
Si lo piensas, no es tan extraño mezclarlas con especias, como el curry o el ras al hanout, o con leche de coco, no en vano son originarias del suroeste de Asia y consumidas en casi todo el mundo. Versátiles, aromáticas, con buenas dosis de proteínas e hidratos de carbono y muy económicas. El perfecto ejemplo de que comer bien no tiene que ser caro.
¿El ingrediente fundamental? El de todos los buenos guisos: una pizca de paciencia y un buen recipiente. Si te paseas por nuestro catálogo seguro que encuentras una cacerola perfecta para ti de acero esmaltado eco, para que, al ahorrar energía, tu guiso te salga aún mejor de precio.
Vete preparando la cuchara…
Ingredientes:
- Aceite de coco
- 1 tallo de apio
- ½ cebolla
- 1 zanahoria
- 2 dientes de ajo
- 1 rama de canela
- Sal
- ½ cda. de ras el hanout
- 1 cdta. de curry
- ½ cdta. de pimentón ahumado
- 1 taza de lentejas amarillas, peladas y partidas
- 1 taza de salsa tomate
- 4 tazas de caldo de verduras
- 2 tazas de espinaca fresca
- ½ taza de leche de coco
- Un chorro de zumo de limón
- Arroz cocido
- Cilantro fresco
- Limas
Elaboración:
Calienta un chorro de aceite de coco en una cacerola a fuego medio-alto. Cuando esté listo agrega la verdura troceada: el tallo de apio, la cebolla, la zanahoria, los dientes de ajo y sal al gusto.
Saltea hasta que la cebolla esté pochada y agrega las especias: canela, ras el hanout, curry y pimentón ahumado. Mezcla y cocina durante un par de minutos. Verás cómo el ambiente se llena de un aroma muy especial.
A continuación, agrega las lentejas, la salsa de tomate, el caldo y mezcla bien. Lleva a ebullición y deja cocinar con la tapa puesta hasta que las lentejas estén tiernas. El tiempo puede variar en función del tipo de lenteja y el agua. Solo tienes que ir probando.
Cuando estén tiernas, agrega la leche de coco, las espinacas y mezcla bien. Deja cocinar hasta que las espinacas estén blanditas y cocidas. Luego solo tienes que apagar el fuego y añadir un chorrito de zumo de limón. Dales una vuelta final y están listas.
A la hora de servir, ahí va una sugerencia: acompáñalas de un poco de arroz cocido, unas hojas de cilantro y unas rodajas de lima.
Anímate y saca las especias del armario. Veras cómo si te atreves con esta sencilla receta, vas a ver las legumbres con otros ojos.