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Cocina

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Espinacas a la crema

Ya verás como, con una simple sartén grande o una olla, puedes preparar un plato de lujo que va a encantar a todos. Es un primer plato perfecto para estos días en los que empieza a hacer un poco más de fresco, pero sigue siendo una receta muy ligera y suave, nada pesada. Para disfrutar en casa o llevar al trabajo. Popeye se las comía directamente de la lata, pero nosotros vamos a ser mucho más listos…


Las espinacas tienen antioxidantes, son buenas para la vista, están consideradas un buen alimento para el cerebro por su contenido en ácido fólico, vitaminas A, B6 y C, potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio, se digieren muy fácilmente… vamos, que tienen más propiedades que el Tío Gilito. Sin embargo, este alimento, tan sano para grandes y pequeños, no siempre gusta a todos. Esta receta es una forma irresistible de presentar esta saludable verdura, y además es tremendamente sencilla y muy económica. ¿Empezamos?

ESPINACAS A LA CREMA

TIEMPO: 30 minutos como muchísimo

COMENSALES: 2

DIFICULTAD: sólo tienes que saber remover un cucharón

INGREDIENTES:

  • 500 g de espinacas frescas o congeladas
  • 3 cucharadas. de nata para cocinar o crème fraîche
  • 3 cucharadas. de aceite de oliva
  • ½ cebolla y 1 chalota pequeña
  • 1 diente de ajo
  • Picatostes
  • Sal
  • Pimienta
  • Nuez moscada

PREPARACIÓN:

En una olla o sartén grande (nosotros hemos utilizado una sartén de la gama Ares), echa una cucharada de aceite. Espera un momento a que se caliente y añade las espinacas y un chorrito de agua. No hará falta mucha, porque ya verás cómo la espinaca soltará mucho jugo. Aunque veas que las espinacas abultan mucho no te preocupes, porque luego reducen su volumen.

Rehógala durante 5 minutos, algo más en el caso de que las espinacas sean congeladas, removiendo (siempre con una herramienta de madera o plástico, nunca metal) para que vayan soltando el agua, hasta que estén tiernas. No dejes que se queden demasiado blandurrias, que pierden la gracia.

En una sartén antiadherente, prepara el sofrito, dorando el ajo junto a la cebolla y la chalota picados hasta que se pochen.

Incorpora las espinacas al sofrito y remueve despacio mientras añades la crème fraîche o la nata hasta que quede todo bien mezclado. Ya verás como todo adquiere un toque untuoso muy apetecible. Habrás hecho bien en no haber dejado que la espinaca se ablandará demasiado porque de esta forma, al remover no se queda todo deshecho; aunque si lo que quieres es camuflar la hortaliza en la crema para engañar a algún peque demasiado tiquismiquis, este es un buen truco para hacer que coma verdura sin que lo sepa

Solo queda dar el toque final con la sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.

Sírvelas junto a los picatostes y decorando con un poco más de crème fraîche o nata. ¿A qué era incluso más fácil de lo que pensabas? Si quieres aligerar el plato, utiliza una nata más ligera. También puedes enriquecerlo añadiendo unos taquitos de jamón al sofrito, o echando unas tiritas de beicon bien frititas por encima.

¿A que apetece esperar el otoño con platos así de ricos?