Las ensaladas son el recurso más socorrido para comer y cenar en verano. Así que la variedad de estas es, quizá, infinito. ¿No nos creéis? Lo hemos puesto en práctica con una ensalada de patata y yogur griego para chuparse los dedos (y refrescarse).
La principal razón de sustituir la amada mayonesa por yogur griego es por uno de los consejos más repetidos en la época estival: evita el consumo de huevo crudo en las temporadas de más calor y mantén a raya la salmonelosis. Por eso, hemos pasado al yogur griego para condimentar nuestra receta de ensalada de patata.
Receta de ensalada de patata con yogur griego (para 4 personas)
Ingredientes:
- 900 gr. de patata de temporada pequeña (os recomendamos la típica de la zona)
- 250 ml. de yogur griego
- 30 ml. de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 10 ml. de mostaza de Dijon
- Ralladura de limón
- Eneldo fresco o seco (al gusto)
- Cilantro fresco o perejil (al gusto)
- 80 gr. de aceitunas sin hueso, picadas
- Pimienta negra molida
- Sal
Paso a paso:
Lavar y secar las hierbas, y reservar. Después, pero fundamental, lavar y secar las patatas, antes de cortarlas por la mitad o en cuartos (dependiendo del tamaño). Ten en cuenta que lo ideal es que queden como dados.
Si vas a utilizar una cacerola como la Cerisse Pierre de Vitrinor, debéis de llenarla con abundante agua y sal. Una vez esté en ebullición, se añaden las patatas. A fuego medio/ alto y esperaremos a que vuelva a llegar a ebullición; en ese momento, bajamos el fuego. Con esto conseguimos que estén tiernas pero no muy blandas, ofreciendo cierta resistencia al atravesarlas.
Una vez cocidas, las escurrimos y las enjuagamos con agua fría (para que dejen de hacerse). Hazlo con cuidado para que no se rompan y déjalas que escurran bien mientras vas preparando el resto de ingredientes.
Es momento de picar las hierbas a cuchillo, incluyendo los tallos, y también las aceitunas sin hueso. Lo mezclamos con el yogur griego, el aceite, la mostaza y ralladura de limón. Con toda la mezcla bien revuelta, añadimos un golpe de pimienta negra y una pizca de sal. Volvemos a mezclar bien con unas varillas y corregimos el punto de los aderezos.
¡Llega el momento de unirlo todo! Lo ideal es hacer la combinación de las patatas con la salsa con suavidad, evitando romperlas demasiado. Probar y corregir al gusto. ¡OJO! No vale comerlas antes de que lleguen a la mesa.