Es curioso que una de las técnicas de cocción más antiguas siga siendo una de las más saludables y cómodas. Cocinar al horno ofrece una combinación ideal de comodidad, sabor y salubridad. Gracias a su capacidad para cocinar de manera uniforme, los platos adquieren una textura y un sabor inconfundibles, y los ingredientes dan su mejor sabor sin necesidad de añadir grasas innecesarias.
Es un método que permite preparar grandes cantidades de alimentos de forma sencilla y sin esfuerzo, lo que lo convierte en una opción práctica para las grandes ocasiones: un gran asado que da para todos y que se va haciendo solo mientras nos ocupamos de otras cosas. Son todo ventajas. Pero para aprovecharlo bien, hay que tener en cuenta algunas cosas:
Conoce Tu Horno.
Antes de empezar a cocinar, familiarízate con el funcionamiento de tu horno. Cada modelo tiene sus particularidades, así que no olvides revisar el manual de instrucciones. Comprender las diferentes funciones te permitirá sacar el máximo partido a cada receta.
Precalienta Siempre.
El precalentamiento es clave para una cocción uniforme. Nunca te saltes este paso, ya que la duración indicada en las recetas está diseñada para un horno completamente calentado. Dedica unos 15 minutos a este proceso para asegurar que tus platos queden perfectos.
Mantén el espacio limpio.
Ya sabemos que cuando no lo utilizas, el horno suele servirnos de armario, pero durante el horneado, es crucial que dentro del horno solo se encuentre la bandeja necesaria para tu receta. Retira cualquier elemento adicional que pueda interferir en la circulación del aire caliente para garantizar una cocción pareja de tus alimentos.
Coloca la bandeja en la altura correcta.
El calor se concentra en distintas áreas del horno; por eso, coloca los platos en la altura adecuada. La mayoría de las recetas te indicarán la altura, pero si no lo hacen, guíate por el sentido común. La parte superior es ideal para gratinados y cocciones rápidas, mientras que la parte inferior es para asados lentos que precisan hacerse por dentro. Ante la duda, el centro es el lugar con más posibilidades para acertar.
Evita abrir la puerta.
Cada vez que abres la puerta del horno, la temperatura interna desciende. En vez de hacerlo, utiliza la luz interna para vigilar el progreso de tus platillos, que para eso está. Esto es especialmente importante en recetas de repostería, donde la exactitud en la temperatura es fundamental para que nos quede bien. ¿Cómo, que tienes que abrir la puerta del horno porque está tan tiznada que no se ve lo que hay dentro? Entonces tienes que seguir leyendo.
Juega limpio con tu horno.
Inevitablemente, la cocción del horno genera suciedad: grasa que gotea o salpica, restos de comida que caen y se carbonizan, humo que va enturbiando el cristal… Después de preparar un gran asado con todo lo que implica, puede ser que lo que menos nos apetezca sea ponernos a limpiarlo. Total, si cerramos la puerta es como si cerráramos los ojos, la suciedad no se va a ver. Pero la suciedad está ahí, y cuanto más tiempo pase más nos costará quitarla después. Si asamos con el horno sucio, es muy probable que el bizcocho de hoy nos salga con notas de sabor del besugo de la semana pasada. Y si no repasamos frecuentemente el cristal de la puerta, acabaremos perdiendo visibilidad del interior. Con los productos especializados que hay en el mercado, puedes tener tu horno impecable con muy poco esfuerzo y alargar la vida del aparato, merece mucho la pena.
Al principio, no te fíes. Ajusta temperaturas y tiempos
Recuerda que los hornos varían mucho entre sí. Cuando hagas una receta por primera vez no te fíes ciegamente de los tiempos y temperaturas que aparecen en la receta, porque con cada horno habrá que hacer un pequeño ajuste para adecuarlo a su forma de funcionar. Es cuestión de estar atentos y tomar nota.
Mucho menaje para elegir
Asegúrate de utilizar siempre un menaje especialmente indicado para horno. Además de seguridad y comodidad, te garantizan un resultado perfecto en tu receta.
En Vitrinor te ofrecemos muchas opciones de recipientes aptos para horno, como las bandejas y fuentes de borosilicato antiadherente , un material versátil y válido también para microondas. Destacamos también la gama Click&Space, que te permite introducir y sacar el recipiente del horno con toda comodidad gracias a su mango removible.
Te animamos a que no limites el horno a los asados navideños e incorpores todas sus ventajas en tu cocina del día a día. Saldrás ganando.