En la mayoría de las veladas con familia o amigos, primero se cocina, después se come y luego es frecuente sentarse ante un juego de mesa. ¿Por qué esperar tanto para la diversión? ¿Y si convertimos el momento de cocinar y comer en un juego para todos? Aquí dejamos algunas sugerencias para acercarnos a la cocina con actitud juguetona para crear una velada diferente.
Desafíos de cocina: ¿Quién lo hace mejor?
Imagina que tu cocina es el escenario de un concurso de cocina. Divide las tareas (picar, sofreír, mezclar) entre los miembros de la familia o amigos, y compite para ver quién hace cada paso más rápido. Un simple temporizador puede convertir una receta sencilla en una emocionante competencia. Al final, el premio será el delicioso plato que todos podréis disfrutar juntos.
Los ingredientes misteriosos
Cierra los ojos y selecciona al azar 3 ingredientes de tu despensa. A partir de esos ingredientes, tendrás que cocinar algo delicioso, pero sin mirar ninguna receta. ¿Lo conseguirás? Es el juego perfecto para desarrollar tu creatividad culinaria. Eso sí, asegúrate de que en esa zona de la despensa solo hay alimentos, que no queremos acabar llamando a urgencias…
Recetas en tiempo récord: esto sí que es “fast food”.
A veces, cocinar rápido también puede ser un desafío. ¿Cuánto tardas en hacer un sándwich perfecto o una pizza casera? Establece un tiempo límite (por ejemplo, 10-15 minutos) y compite para ver quién prepara el plato más sabroso en el menor tiempo. Puede ser una receta sencilla o algo que ya tengas pensado, pero el reloj será tu enemigo. Los más lentos se quedan sin postre, o tendrán que fregar los platos.
El juego de la decoración: para artistas de los fogones
Aquí tienes un juego perfecto para los más pequeños (y no tan pequeños). Decorar los platos puede ser tan creativo como quieras. Usa ingredientes frescos, hierbas y frutas para darle forma a tus platos, creando figuras, caritas o incluso paisajes. Cocina y juega a la vez, y deja volar tu imaginación. ¡Un plato bonito es como una obra de arte comestible!
La cocina como escenario de una partida
¿Qué tal un reto de cocina en equipo? Si tienes más de una persona en casa, divídelos en grupos. Cada uno tiene que preparar una parte del plato: uno se encarga del arroz, otro de la salsa, otro de la guarnición… y todos juntos presentan su plato final Este es un juego ideal para disfrutar entre amigos o familiares… y una forma muy inteligente de quitarse trabajo por parte del anfitrión.
Más juegos de mesa
Una cata a ciegas, por ejemplo, es ideal para poner a prueba a ese cuñado que presume de paladar fino: se le vendan los ojos, se le planta delante un plato de supermercado y se le deja brillar. Otra variante igual de disfrutable es el clásico reto de adivinar los ingredientes del plato. Cada uno apunta lo que cree que lleva la receta —sin mirar, sin espiar, sin inventar nombres en francés— y al final se comparan las respuestas. Suele haber sorpresas, decepciones y alguna venganza pendiente. Lo mejor es que todo el mundo jura que tiene razón… hasta que la autora del plato muestra la lista real. La cocina, al fin y al cabo, también está para eso: para jugar, para reírse —y, de vez en cuando, para desmontar egos con una cucharada.
Cocina y juega con libertad
La cocina es el lugar perfecto para dejar que tu creatividad fluya, experimentar y disfrutar de la comida mientras juegas. No necesitas ser un chef profesional para transformar la preparación de un plato en un juego divertido y lleno de risas. Y lo mejor es que Vitrinor te acompaña en esos buenos momentos con una gama de menaje pensada para todos, para que lo único que tengas que hacer sea disfrutar.
¡A jugar y cocinar!