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Cocina

lunes, 19 de febrero de 2024

Comiendo en galego

No hace falta ser crítico gastronómico para poder hacer una afirmación universal: En Galicia se come mucho y bien. Se puede comprobar in situ o eligiendo alguno de los miles de restaurantes y mesones gallegos que hay por toda España. La cocina gallega tiene un punto de autenticidad, nobleza y abundancia que gusta a todos, vamos a conocerla un poco mejor.


Los Sabores Fundamentales.

Desde los pintorescos pueblos de la costa hasta las bulliciosas ciudades, los restaurantes gallegos se han convertido en destinos imprescindibles para los amantes del buen comer.

La cocina gallega se distingue por su uso ingenioso y sabio de las materias primas locales. Basada en una tradición arraigada en la tierra y el mar, se nutre de productos frescos y de alta calidad. El marisco fresco, las verduras de temporada, las carnes tiernas y los lácteos artesanales son la base de muchos platos emblemáticos de la región. Es una cocina muy honesta, maravillosamente simple en ocasiones. Porque cuando se cuenta con un producto excepcional, lo inteligente es no enmascararlo y dejar que tenga todo el protagonismo.

Sabores muy suyos.

La cocina gallega cuenta con algunos productos, ya sean materias primas o elaborados, que contribuyen a darle si personalidad especial.

Algunos son muy poco consumidos fuera del territorio, entre ellos, podemos hablar de los grelos. Los grelos son las hojas tiernas de la planta del nabo, y se utilizan en platos tan emblemáticos como el lacón con grelos o el caldo gallego. Estas hojas verdes de sabor ligeramente amargo son ricas vitaminas A, C y K, ácido fólico y minerales, además de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios. Con tantas propiedades, es una pena que no sea fácil encontrarlo en las verdulerías del resto de España.

Otro producto muy típico gallego que no tiene demasiados admiradores en otros lugares es la lamprea, una especie de pez cartilaginoso con textura gelatinosa, un sabor peculiar y un aspecto que, sinceramente, echa bastante para atrás. En Galicia, se prepara en empanadas, a la bordelesa o en salsas como cebolla, vino tinto y especias que atenúan su contundente sabor. A los romanos les encantaba. Habrá que probarla, ¿no?

Otro producto exclusivamente gallego es el unto, una bola elaborada con grasa de cerdo fundida y aromatizada con hierbas y especias. Se añaden pellizcos de este producto para aportar un sabor muy característico, intenso y algo rancio, a numerosos platos tradicionales. Fuera de Galicia solo lo encontraremos en establecimientos especializados.

Una lista interminable.

El equipo de la cocina gallega puede presumir de tener un banquillo lleno de estrellas. Estos algunos de los productos gallegos que triunfan en todas partes:

  • Queso Tetilla. Originario de la provincia de La Coruña y Pontevedra, este queso de forma cónica y textura cremosa es un verdadero manjar apreciado por su sabor suave y delicado.
  • Queixo de San Simón. Elaborado en la comarca de Terra de Lemos, este queso se reconoce por su peculiar sabor a ahumado, resultado de su proceso de maduración sobre madera de abedul.
  • Pimientos de Herbón. Esta es la Denominación Geográfica Protegida para los archiconocidos pimientos Padrón, pequeños y verdes y famosos por ese factor aleatorio (unos pican y otros non) que aporta un toque de suspense cuando los comemos.
  • Miel de Galicia. Producida en diferentes zonas de la región, la miel gallega se caracteriza por su calidad y variedad, con sabores que van desde la flor de brezo hasta el castaño, pasando por el eucalipto.
  • Vino Rías Baixas. Esta denominación engloba una variedad de vinos blancos elaborados con la uva Albariño en la zona de las Rías Baixas: frescos, frutales y con carácter atlántico.
  • Vino Ribeiro. De la comarca del mismo nombre, este vino es conocido por su tradición centenaria y su carácter fresco y equilibrado, resultado de la combinación de diversas variedades de uva.
  • Mejillón de Galicia: Los mejillones de las rías gallegas son famosos por su excelente calidad y sabor único, siendo un producto muy apreciado tanto en el mercado nacional como internacional.
  • Los mejillones son solo la punta del iceberg de la enorme variedad y calidad del marisco gallego. Las aguas limpias y ricas en nutrientes de las Rías Gallegas propician un marisco inigualable: percebes, ostras, almejas, navajas, berberechos, vieiras, nécoras, centollas, buey de mar… Y su majestad: o rei pulpo, imprescindible a la gallega o braseado.
  • La Vaca Rubia Gallega es una raza autóctona conocida por la calidad de su carne. Criada en libertad en los verdes prados de la tierra, la rubia gallega produce una carne de jugosidad y sabor excepcionales.
  • Por último, pero no menos importante, la patata gallega es otro producto superior que nunca defrauda.

El top ten de los platos en gallego

Pidiendo disculpas por anticipado por ser forzosamente injustos y dejarnos fuera un montón de manjares, esta podría por una lista con 10 de los platos más característicos del noroeste. Empezando por los postres

Las filloas son una delicia similar a las crepes francesas. Unas finas y suaves tortitas elaboradas a base de harina, leche y huevos, pare rellenarse con miel, crema pastelera, chocolate… Aquí tienes una receta de filloas muy sencilla.

La tarta de Santiago es otro must culinario gallego. Una masa de almendra, huevos, azúcar y mantequilla, horneada hasta obtener una textura tierna y un sabor dulce y almendrado. Suele decorarse con azúcar glas espolvoreada en la forma de la Cruz de Santiago y también puede flambearse con orujo.

El pulpo a la gallega captura la esencia de Galicia y su amor por el mar. Pulpo cocido (cogerle el punto tiene su ciencia), cortado en rodajas y servido con aceite de oliva, pimentón y sal. Si es sobre una base de cachelos (patata cocida) mejor.

La empanada gallega es otro auténtico tesoro. Una costra dorada y crujiente que encierra todo un mundo de posibilidades en su relleno: pulpo, carne, pescado, berberechos, lamprea…  

El lacón con grelos es un combinado clásico gallego que no necesita mucha explicación. Un plato reconfortante lleno de sabor y tradición.

El caldo gallego es uno de los favoritos para el invierno. Una deliciosa sopa que combina ingredientes típicos de la región, verduras como patatas, grelos y fabas, con lacón, chorizo y el toque especial del unto. Rico, nutritivo y energético

La caldeirada de pescado es otro plato que no debes dejar de probar. Un guiso con diferentes variedades de pescado blanco, patatas, cebollas y un sofrito de tomate y pimiento, para crear un plato sabroso e intenso

No podemos olvidar las zamburiñas a la plancha, un manjar que se cocina a la perfección en su propia concha y se sirve con un toque de limón y perejil fresco. La combinación de la suavidad de la carne de las zamburiñas con su sabor marino es simplemente irresistible.

Y cómo no mencionar los grelos con cachucha, la deliciosa combinación de grelos, y cachucha, un embutido gallego similar al chorizo. Tiene la grandeza de lo sencillo.

En fin, este artículo podría alargarse indefinidamente mencionando las bondades de la cocina gallega. Seguro que a estas alturas estaréis deseando pasar de las palabras a los hechos. No os cortéis: echad mano de vuestro mejor menaje y atreveos con alguna receta gallega. Si encontráis ingredientes de calidad, es imposible que no os salgan bien.