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Cocina

lunes, 1 de julio de 2024

Colador, tamizador y chino: primos cercanos

En la cocina recurrimos a diferentes herramientas que nos facilitan la vida y ayudan a perfeccionar el resultado de las recetas. Algunas se parecen, pero no son iguales. Es el caso de esta familia: colador, tamizador y chino, tres objetos que tienen en común estar perforados, pero cada uno está diseñado para cumplir una función específica.


Aquí contamos las diferencias y las utilidades de cada uno, para ayudar a elegir en caso de que estéis dudando entre adquirir uno u otro. 

El colador o escurridor, un básico. Es un utensilio con agujeros distribuidos en su superficie que se utiliza principalmente para escurrir líquidos o separar sólidos de líquidos. Es ideal para escurrir pastas, lavar frutas y verduras, así como para separar caldos y salsas de ingredientes sólidos. Es una herramienta muy versátil en la cocina. De hecho, si tuvieras que elegir solo uno de estos tres, el escurridor sería la mejor opción. No hace falta ser un chef para necesitarlo; cualquier novato que haga pasta lo usará sí o sí. El escurridor es tan práctico, que en Vitrinor lo hemos incorporado a nuestro cocedor universal para facilitar la tarea.

El tamizador, más refinado. Como su nombre indica, se trata de un utensilio diseñado para tamizar ingredientes secos como harina, azúcar o cacao en polvo. Consiste en un cilindro de metal, que lleva varias láminas de malla metálica, con unas aspas en el interior. Al apretar una manivela se abren y se cierran ayudando a filtrar el ingrediente seco, como harina, azúcar, cacao...

Su función es airear y eliminar grumos de estos ingredientes, obteniendo una textura más ligera y uniforme en mezclas como masas para pasteles o rebozados. Con las mallas podemos elegir el grosor de lo que tamizamos. Si tienes afición por la repostería, tendrás muchas ocasiones de utilizarlo, para conseguir la consistencia que quieras en las masas y para espolvorear en forma de lluvia fina, azúcar, cacao, etc.

El chino, para hilar fino. Como su nombre indica, hablamos de un utensilio de origen oriental que consiste en un colador de forma cónica con una malla fina en su interior. Se utiliza para filtrar líquidos, purés o salsas, eliminando impurezas y obteniendo texturas suaves y homogéneas. Por ejemplo, es perfecto para separar semillas de la pulpa de la fruta y obtener un puré fino, para eliminar grumos que hayan podido quedar en una salsa o crema y conseguir una textura fina, o conseguir un gazpacho más líquido y ligero. El chino es especialmente útil en la preparación de caldos, consomés y cremas, donde se requiere una filtración precisa y un resultado limpio. Lo verás en todas las cocinas profesionales, donde se busca una presentación impecable y refinada.

En resumen:

  • El colador, para escurrir líquidos.
  • El tamizador para tamizar y separar ingredientes secos.
  • Y el chino para filtrar líquidos y salsas.

El colador de tela, un primo lejano.

La manga o colador de tela también está presente en las cocinas. Básicamente tiene dos utilidades: filtrar caldos de una forma muy fina, para conseguir consomés muy claros y limpios, y hacer infusiones, especialmente café. También te resultará útil si te dedicas a hacer queso cottage casero, para separar el suero de la leche cuajada. El inconveniente de este utensilio es que la tela absorbe los sabores y no es fácil eliminarlos del todo; si lo has utilizado una vez para hacer café, más vale que en lo sucesivo solo lo utilices para eso, a menos que te gusten los caldos con un toque de moka.

El mundo de la cocina ofrece un montón de cachivaches ingeniosos que nos pueden facilitar mucho las cosas, aprender a usarlos te servirá para ahorrar tiempo y obtener mejores resultados en todas tus recetas. ¡Diviértete probando!