De hecho, es más que probable que este guiso, al igual que el marmitako, haya nacido en los mismos barcos que capturaban el atún, seguramente con trozos del animal difíciles de comercializar. El atún encebollado tiene todas las características de los guisos marineros: son muy sencillos, tienen muy pocos ingredientes porque el gran protagonista es el pescado, y la única dificultad estriba en encontrar el punto de cocción perfecto para que no quede crudo ni seco.
El resultado es sorprendentemente sabroso y suave, porque el laurel, las especias y el vino mitigan las notas más fuertes del pescado, por lo que es una buena receta para iniciarnos en el consumo de esta especie maravillosa que es el atún rojo. Preparad una sartén que zarpamos:
TIEMPO: 25 minutos
COMENSALES: 2
DIFICULTAD: hay que estar atentos al punto del atún para que no se cueza demasiado.
INGREDIENTES:
- 400 g de atún fresco cortado en dados de 2x2cm.
- 3 cebollas cortadas en juliana.
- 2 dientes de ajo laminados.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Pimentón dulce al gusto.
- 1 chorro de vino oloroso de Jerez o un vino blanco que nos guste.
- 1 hoja de laurel.
- 1cucharada de orégano seco.
- Pimienta negra en polvo al gusto.
- Sal al gusto.
PREPARACIÓN:
Primero, en una sartén amplia, pon el aceite de oliva a calentar, añade la cebolla y un pellizco de sal. Deja pochar a fuego medio-bajo durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
Una vez pochada la cebolla, añade el ajo, el laurel, el orégano, el pimentón y remueve.
Después, añade el vino de Jerez y cocina durante 5 minutos. Puedes elegir cualquier vino blanco que te guste, más o menos seco, oloroso, manzanilla…
Después, retira la cebolla de la sartén y añade el atún. Cocina a fuego fuerte para que se haga solo por fuera y dale la vuelta. Repite este paso hasta que selles todos los lados y añade la cebolla de nuevo a la sartén.
Mezcla el atún con la cebolla y cocina todo junto durante 1 minuto, hasta que veas que está hecho, pero sin dejar que se seque. El pescado debe quedar jugoso.
Finalmente, retira el laurel y sirve inmediatamente. Ten un buen pan a mano para disfrutar la salsa.