Como vecinos de la localidad y especialistas en #menaje de calidad, #Vitrinor tuvo el honor de aportar los recipientes que utilizaron los concursantes para desplegar su talento culinario.
Las piezas elegidas fueron las ollas de la gama Oslo. De esta forma convivieron tradición y vanguardia: una receta muy arraigada en la cultura cántabra, elaborada en un recipiente de acero vitrificado de última generación, que garantiza una cocción perfecta y eficiente, con un considerable ahorro de energía.
El resultado fueron diferentes interpretaciones de este guiso basado en la patata y el bonito, que se lo pudieron francamente difícil al jurado a la hora de escoger al ganador (aunque parecían estar disfrutando bastante en el proceso).
Una vez más, la cocina en comunidad sirvió para estrechar lazos de amistad entre los vecinos en torno a nuestras tradiciones.